300 días de sol en la Costa de Estoril
uando el frío invierno asoma, en la Costa de Estoril sus suaves temperaturas son un reclamo para escaparse y disfrutar de las actividades al aire libre que se pueden practicar a orillas del Atlántico. A tan sólo 15 kilómetros de Lisboa, esta región portuguesa cuenta con importantes atractivos culturales, gastronómicos y deportivos que invitan a refugiarse también en invierno (www.estoril-portugal.com).
La Costa de Estoril es una alternativa para viajar en invierno. Sus suaves temperaturas (una media de 13º en invierno y 28º en verano) y su clima agradable, con más de 300 días de sol año, le convierten en un interesante destino, no sólo en temporada estival. La región es uno de los paraísos para los amantes del golf con siete campos en unos resorts de lujo con zonas termolúdicas y encantadoras terrazas a orillas del mar Atlántico, para degustar un cóctel con la brisa del mar como perfecta acompañante.
Por tratarse de una región que da al océano, los deportes acuáticos son también una de sus especialidades. Desde el surf a la vela, Costa de Estoril cuenta con varias ubicaciones destinadas a esta finalidad como la playa de Guincho, uno de los santuarios para los surfers. Pero para disfrutar de una panorámica privilegiada de la Costa de Estoril, desde el puerto de Cascais se puede contratar una travesía en bote y acercarse hasta el muelle de Santo Amaro en Alcántara, junto al puente 25 de abril en Lisboa, bordeando la costa por el mar Atlántico hasta su desembocadura en el río Tajo.
La sierra de Sintra es otro de los lugares de visita obligada. Un remanso natural, con varios lugares por descubrir a pie o en bicicleta y apta para todos los públicos. Pasear por sus caminos, envueltos de una frondosa vegetación, es un lujo al alcance de todos. Pero también es un atractivo cultural al aire libre, con sus majestuosos palacios, algunos de los cuales coronan sus cimas como el Palacio da Pena, el Castillo de los moros o el Palacio de Monserrate. No olvidar pasear por las calles empedradas de la villa y degustar las famosas queijadas y travesseiros en la pastelería Piriquita, una de las más antiguas del lugar y que todavía hoy hacen estos famosos dulces de forma artesanal.
Por su proximidad, ya que Sintra y Estoril-Cascais se encuentran a poco más de 15 kilómetros de distancia de la capital, Lisboa, se puede acceder por carretera contemplando unas espectaculares vistas de la costa por la marginal o en tren para acercarse a este triángulo dorado de la costa portuguesa.
Desde la estación de Rossio de Lisboa parten los convoyes hacia Sintra cada 15 minutos y el trayecto tiene una duración aproximada de 40 minutos. En cambio, desde la estación Cais do Sodré (Lisboa) parten los trenes que llegan a Estoril-Cascais. Una alternativa para dejarse perder en invierno y disfrutar de una región con mucha historia y una gastronomía exquisita apta para todos los bolsillos, cerca de la capital lusa.
Más información: www.estoril-portugal.com
