Descubre el parque natural de Sintra a pie, en bicicleta o a caballo

Descubre el parque natural de Sintra a pie, en bicicleta o a caballo

Compártelo en:

 

El Parque Natural de Sintra-Cascais es uno de los enclaves naturales más importantes de la Costa de Estoril. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el primer parque de estas características que se encuentra a tan pocos kilómetros de una capital, como es Lisboa. La flora y fauna autóctonas que habitan en este espacio natural conviven con áreas de interés turístico y cultural como son los palacios que colman sus cimas. No olvidar encontrar las huellas prehistóricas junto a la Playa Grande, alojarse en el Hotel Lawrence, el primer hotel de Europa, o degustar los típicos dulces de la región  (www.estoril-portugal.com).

Sintra es uno de los lugares más mágicos de la Costa de Estoril. Junto al océano Atlántico, la sierra esconde rincones llenos de historia y de gran belleza paisajística. Éste es el caso del Convento de los Capuchinos, construido en 1560 por Álvaro de Castro, virrey de la India. Cuenta la leyenda que decidió construir este edificio sacro cuando se perdió por la sierra y tras descansar bajo unas rocas, en sueños se le comunicó la necesidad de construir un templo cristiano.

Existen varias rutas por senderos naturales para acceder hasta el convento. La que parte desde la presa del río Mula tiene una extensión de 7 kilómetros y una duración de 3 horas. De dificultad media, permite al visitante adentrarse hasta el corazón de Sintra. La ruta puede realizarse a pie, a caballo o en BTT. Para los que buscan un recorrido más extenso existe la PR11 que parte, precisamente, desde el Convento de Santa Cruz de los Capuchinos y durante 4,5 kms. Recorre lugares de interés turístico como la Memoria de los Soldados (una lápida que recuerda los 25 fallecidos mientras intentaban extinguir un incendio en 9656) y el monumento funerario de Tholos del Monje.

 

Rutas de los palacios

Sintra fue uno de los lugares elegidos por la burguesía europea durante el verano, a partir del siglo XVI. El micro clima que impera en este parque, permite mitigar los efectos del calor. Las cimas más altas de la sierra están coronadas por los palacios más bellos y originales. Estos son el Palacio de Monserrate y el da Pena, así como la Quinta da Regaleira. Desde el Palacio de la Vila, en el centro histórico de Sintra, los aventureros pueden recorrer alguno de los caminos para visitar estos edificios de gran interés cultural. Una de las rutas más complicadas, por su gran desnivel, es el que pasa por el Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros. De 4,5 kilómetros, su dificultad es elevada.

Para los que buscan un camino más asequible, se recomienda el de Seteais que pasa por la Quinta da Regaleira y es de dificultad media durante 3,5 kilómetros. O la PR5 de Quintas que es de dificultad baja durante 4,3 kms. Durante el recorrido, se puede descubrir la flora autóctona, pero también es un lugar para el avistamiento de aves, como el halcón peregrino, así como  zorros y lobos. Precisamente, cerca del municipio de Mafra, sin salir del Parque Natural, se encuentra el Centro de Preservación del Lobo Ibérico, dónde se puede observar una manada de lobos en su hábitat para contribuir a su preservación.

También se pueden descubrir lugares casi paradisíacos a orillas del  Atlántico. La ruta de la Peninha (PR10) parte desde el santuario que recibe el mismo nombre y tiene una duración de dos horas y media y su dificultad es media, aunque discurre por accesos de gran dificultad y desnivel. No obstante, el paisaje que se puede observar con este itinerario acerca al senderista a los acantilados que rodean el Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa, y también la playa de Adraga, un arenal idílico situado entre dos colinas. Pero, sin duda, lo más curioso que se puede observar en el camino es la piedra de ‘la ursa’ (piedra de la osa). Hay que estar muy atento y no perder la oportunidad de vislumbrar este enclave natural.

Cuenta la leyenda que una osa desobedeció las órdenes de los dioses, negándose a emigrar hacia el Norte con sus crías cuando los hielos cubrían Sintra, que ya empezaba a derretirse en la última glaciación. Los dioses se enfadaron y convirtieron a la desobediente osa en una enorme piedra y a sus crías en otras rocas más pequeñas situadas en medio del mar.

Y para perderse por los frondosos bosques, el PR C3 es una ruta que se inicia en la localidad de Malveira da Serra, un típico pueblo de Sintra, y discurre por un entorno forestal junto al mar. La diversidad de flora y fauna autóctonas son algunos de sus atractivos durante el camino, pero también el horno de cal que se conserva en plena sierra. La cal era, antiguamente, uno de los elementos más comunes de la sociedad para la construcción, para desinfectar y como receta médica, entre otras muchas multifunciones.

 

Huellas prehistóricas

Para los que prefieran recorrer la sierra a la orilla del mar, pueden encontrarse en su camino huellas del pasado prehistórico de la región. Junto a la Playa Grande, uno de las zonas más importantes para la práctica del surf, se conservan en perfecto estado huellas de dinosaurio visibles desde una de las paredes calcáreas. Datan de hace 120 millones de años, en el Cretácico, y son pisadas de Saurópodos, dinosaurios herbívoros que destacaban por su largo cuello.

Por su orografía escarpada, la escalada es otro de los deportes que puede practicarse en muchas paredes del parque. Pero también es, por su ubicación privilegiada, uno de los lugares para disfrutar de la puesta de sol de Europa. En la Peninha de Sintra, uno de los puntos más elevados, se encuentra un pequeño santuario. Además, de ser uno de los lugares más frecuentados por los ornitólogos, se puede despedir cada atardecer del sol, pero también desde uno de los puntos más occidentales del continente como es el Cabo da Roca.

 

El primer hotel de Europa

El centro histórico de Sintra es un lugar para perderse por sus calles empedradas. De aire romántico, es también el lugar ideal donde degustar buena gastronomía de la región, siendo una de sus especialidades el cordero asado. Sin olvidar los típicos dulces que la pastelería Piriquita continúa cocinando de forma tradicional desde 1862. Las Queijadas (mini tartas de queso fresco y huevo) y los Travesseiros (hojaldres rellenos), son su seña de identidad.

Para pernoctar en un edificio con mucha historia, el Hotel Lawrence es considerado el primer complejo de estas características de Europa. Este hotel de cinco estrellas fue construido  en 1764. De decoración clásica, uno de los atractivos de sus cinco suites y 11 habitaciones es que cada estancia es única (www.lawrencehotel.com). Existen otros alojamientos más económicos como el Hotel Nova Sintra que se encuentra a tan sólo 200 metros de la estación de ferrocarril (www.novasintra.com).

 

 

Post relacionados: