La Magia del Paraíso Natural que rodea al Palacio de Cutre

La Magia del Paraíso Natural que rodea al Palacio de Cutre

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El Hotel Palacio de Cutre, situado en Infiesto, Asturias, inmerso entre los bosques del Valle del Sueve.

Paraíso Natural, así es como se conoce Asturias. Territorio no conquistado y lleno al mismo tiempo de historia, de leyendas y cuentos mágicos, y sobre todo, de una rica y variada cultura gastronómica, derivada de la huerta asturiana que salta a la vista, de los productos del mar Cantábrico y la montaña.

Las extensas praderas verdes pasto del ganado y lugar de cultivo de los productos más frescos dan el toque ‘natural’. Sus valles, montañas y bosques, que se entremezclan con la flora, la fauna, los cuentos y las leyendas de los seres mitológicos que allí se esconden crean el entorno perfecto para tener ese toque de ‘paraíso’. Es precisamente el Valle del Sueve, en el Concejo de Piloña, el lugar que reúne todas esas peculiaridades que hacen de esta zona de Asturias un enclave privilegiado que tiene su culmen en el ‘Mirador del Fitu’, desde donde se aprecia la costa del Cantábrico a un lado, y al otro, los Picos de Europa.

Muchas son las rutas que permiten conocer al detalle todos los pueblos y praderas en un hermoso paseo por el Sueve. La mejor manera de estar en contacto directo con especies animales salvajes, como el jabalí, los asturcones (caballo típico asturiano de pequeño tamaña), zorros, aves rapaces e incluso reptiles. Y en cuanto a la flora, el viajero descubrirá un bosque caducifolio de robles, castaños, avellanos y fresnos, aunque el árbol más apreciado y destacado en la zona es el acebo.

Y allí, entre el Valle del Sueve y los Picos de Europa, en lo que denominaban los romanos Mons Lovii, elevación dedicada a Júpiter, se encuentra un mágico e histórico edificio del S. XVI, el Palacio de Cutre. Una construcción milenaria que guarda en el interior de sus grandes muros siglos de vivencias y anécdotas de sus propietarios y huéspedes, que se funden con la magia del Concejo.

Y es en ese mismo valle donde el viajero descubre todo un mundo mágico de seres mitológicos que se esconden entre las arboledas y la orilla del río Piloña, en el Sueve. Como las Xanas, pequeñas hadas de una increíble belleza que engatusaban a los pastores para conseguir alimento, se escondían en las orillas de los ríos y engañaban a las pastoras cambiándoles a sus hijos por los de ellas para que estos estuviesen amamantados, o los Cuélebres, serpientes gigantes con cabeza y alas de dragón que ahuyentaban a los lugareños, y vivían en cuevas en lo más profundo del Valle. Cuenta la leyenda que la única manera de poder acabar con ellos era llenando de agujas los panes que les quitaban a los pastores y que luego se comían.

Aunque las leyendas no sólo se quedan en los bosques y valles, sino que también podemos vivir estas experiencias mitológicas en el interior de casas y antiguos palacetes, como el de Cutre. Se trata de los Trasgos, pequeños duendes que moran en las viviendas para ordenar y cuidar el hogar, pero ojo, si se molestan por cualquier cosa, pueden ser unos verdaderos pillos y causar el efecto contrario. Así que sólo hay que estar bien atento y dejar rienda suelta a la imaginación para poder ver, aunque sea ‘de refilón’, alguno de estos personajes de la mitología asturiana.

La extensión verde que ocupa el Valle del Sueve, en el Concejo de Piloña, fue declarado Reserva Natural en 1960. Un balcón natural al paraíso de Asturias desde el que se respira un aire fresco y mágico, que deja paso a la historia más antigua desde el comienzo de nuestra era, el jurásico astur. Muestra de ellos se encuentra muy próximo al Concejo la ‘Ruta del Jurásico’, un recorrido por la costa asturiana que deja al descubierto todo un repertorio de restos arqueológicos y fósiles de la era mesozoica.

Para disfrutar de esta visión del pasado y a pocos kilómetros del establecimiento se encuentra la playa de la Griega en Colunga, y el acantilado de Tereñes. Y para completar este paseo por la historia más antigua, el Museo Jurásico de Asturias, conocido como el MUJA, un amplio espacio que recoge todas esas eras y etapas por las que pasó el Principado hasta la época de los astures.

En definitiva, un viaje por el tiempo para descubrir la cultura más antigua, un recorrido por un paisaje que se asemeja a un oasis para la vista y todo un mundo para dejar volar la imaginación de los visitantes.

                                                                                                                                                 www.palaciodecutre.com

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