La Vall de Boí, 1,2 millones de visitantes en diez años
El décimo aniversario de la declaración por parte de la Unesco del conjunto románico de La Vall de Boí, en la comarca del Alta Ribagorça, como Patrimonio de la Humanidad se cumplió el 30 de noviembre. Durante esta década, las iglesias han recibido más de 1,2 millones de visitantes (una media de más de 130.000 al año) procedentes de todo el mundo, incluso de países tan lejanos como Australia, Japón y Canadá.
El impacto socio-económico de la declaración de la Unesco ha sido muy importante. En los últimos diez años, el románico de La Vall de Boí ha recibido una media de 130.000 visitantes al año, cuando antes del 2000 la cifra era de 30.000 personas. Aparte de esto, en el último decenio se han invertido unos 6 millones de euros en la rehabilitación de patrimonio y 6 millones más en la urbanización y dignificación del entorno de las iglesias. Este año se actuará en la Assumpció de Cóll, el último templo que queda por restaurar, y se invertirán 1,5 millones de euros en núcleos y en el soterramiento de líneas eléctricas y telefónicas.
Para promocionar internacionalmente las iglesias, el Patronato de la Vall de Boí y el Centro del Románico de la Vall de Boí organizan la exposición itinerante “La Vall de Boí, 10 años de patrimonio mundial”, que viajará por todo el mundo. La muestra repasa los principales momentos históricos de la zona, con testimonios de los vecinos. Además, hasta el 30 de noviembre de 2011 el Centro del Románico albergará un gran puzzle de 1.107 piezas del 10º aniversario, donde vecinos y personalidades podrán poner sus deseos para el valle.
También se ha publicado el libro Cuina i terra a la Vall de Boí, un libro de recetas gastronómicas de mujeres del valle, y el día 30 de noviembre de 2010 tuvo lugar una fiesta popular con la participación de unos 500 vecinos.
Además del conjunto de iglesias románicas, los visitantes pueden disfrutar del resto de los principales activos turísticos y culturales de la zona como son las 8.802 ha del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici (espacio natural que atrae unos 200.000 visitantes al año), la estación de esquí de Boí Taüll Resort, el Balneario de Caldes de Boí, la red de caminos señalizados, la buena oferta de actividades de turismo activo y de montaña, las tradiciones, la gastronomía y los servicios al alcance de todo el mundo, con una capacidad de alojamiento de 2.800 plazas.
El conjunto románico de La Vall de Boí está formado por las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill-la-Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Una de sus principales características es la unidad de estilo arquitectónico. Son construcciones edificadas durante los siglos XI, XII y XIII siguiendo los modelos procedentes del norte de Italia (románico lombardo) que se caracterizan por el cuidadoso trabajo de la piedra, los esbeltos campanarios de torre y la decoración exterior de arcos ciegos y bandas lombardas.
Cabe destacar los conjuntos de pintura mural que había en las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll y Sant Joan de Boí, actualmente conservados en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, así como todas las tallas producidas por el taller de Erill, en el que destaca el Descendimiento de Santa Eulàlia de Erill.
Actualmente permanecen abiertas al público durante todo el año las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill-la-Vall, Sant Feliu de Barruera y la Nativitat de Durro. Durante la Semana Santa y en verano se abre al público la iglesia de Santa Maria de Cardet, y los templos de la Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro permanecen abiertos un día a la semana durante los meses de verano.
