Inmersión sensorial de alta gama en ‘Entre aguas y viñedos’

Inmersión sensorial de alta gama en ‘Entre aguas y viñedos’

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Castilla Termal Hoteles completa su propuesta de bienestar para todos los sentidos con un programa enoturístico por tierras de la D.O Ribera del Duero y D.O Rueda. La propuesta incluye tratamientos en sus hoteles balnearios de Villa de Olmedo (Valladolid) y Burgo de Osma (Soria), gastronomía castellana, paseos por viñedos y bodegas, y catas de vino.

 

Castilla Termal ensalza la gastronomía local con los menús slow food ‘Sabores’ como el ‘Tierra de Pinares’, que incluye cinco platos con productos de la zona de Olmedo. Para completar esta experiencia de termalismo, el visitante puede añadir tratamientos de vinoterapia con propiedades antioxidantes y muy relajantes.

Vinos generosos para el aperitivo, tintos jóvenes para un buen asado o caldos blancos para regar productos del mar. ¿Existe el maridaje perfecto? Castilla Termal Hoteles expresa ese maridaje perfecto a través de una combinación única entre el turismo bienestar en sus hoteles balneario de cuatro y cinco estrellas con una inmersión enológica en el programa ‘Entre Aguas y Viñedos’.

Paseos exclusivos por largos pagos de viñedos, catas con los mejores caldos de la D.O Rueda y D.O Ribera del Duero, gastronomía castellana o visita a bodegas de renombre, son algunos de los ingredientes de esta experiencia sensorial. El Hotel Balneario Villa de Olmedo (Valladolid) y el Hotel Termal Burgo de Osma (Soria) abren sus puertas a esta propuesta destinada a los amantes de la tranquilidad, la búsqueda de los orígenes y el buen vino.

La propuesta, que incluye alojamiento en habitación doble, atenciones a la llegada con vino Verdejo y desayuno buffet, invita a disfrutar de las piscinas termales de aguas mineromedicinales de los edificios históricos sobre los que se erigen sus hoteles balnearios: el Convento Sancti Sipiritus del siglo XII, en el caso del Hotel Balneario Villa de Olmedo (Valladolid), por donde pasaron noche Santa Teresa de Jesús o Juana ‘La Loca’; y la Universidad de Santa Catalina, del siglo XVI, en el Hotel Termal Burgo de Osma, primera Hostería Real de 4 estrellas de Castilla y León que sorprende por su espectacular patio porticado de estilo renacentista o su fachada plateresca.

 

J.PISCINA-DE-VERANO

Pasión por el vino

Ubicados a escasos kilómetros de tierras repletas de viñedos que dibujan un paisaje espectacular, la propuesta enoturística planea visitas a las bodegas más emblemáticas de sus respectivas zonas para conocer su historia y aprender más sobre estas prestigiosas denominaciones de origen, sus tipos de uva o sus variedades de vino.

El Hotel Balneario Villa de Olmedo se sumerge en la tradición vitivinícola y mitológica a través de un recorrido por Yllera, bodega mudéjar de finales del siglo XV. Siguiendo ‘El Hilo de Ariadna’ a través de un auténtico laberinto subterráneo, los mitos de la Grecia clásica abordan la cultura del vino a través de catas por sus instalaciones.

Por su parte, el Hotel Termal Burgo de Osma traslada su propuesta a una finca de estilo colonial de 1890 donde se ubica la Bodega Lagar de Isilla. Allí, el visitante será testigo de la elaboración de uno de los caldos más míticos de la zona y de las instalaciones de su espectacular entorno que ha respetado siglos de historia manteniendo materiales nobles como madera y piedra acompañadas de ladrillo. Una degustación de vinos con tapas incluidas pondrá el broche a esta experiencia que además recorre la bodega, compuesta de cinco naves y un porche típico que abraza su edificio principal.

Claustro-Termal

 

Placer gastronómico

Los ‘paradores del agua’ de Castilla Termal completan esta experiencia para los sentidos con los mejores sabores locales de cada zona ofreciendo una cena típica castellana regada con vinos de la Ribera del Duero o Rueda. Entre estas propuestas, el Hotel Balneario Villa de Olmedo presenta su menú slow food ‘Sabores’ Tierra de Pinares, un menú degustación que completa su oferta de turismo de bienestar sin olvidar a los paladares más exigentes.

La opción gastronómica que se compone de cinco platos comienza en primer lugar, una ensalada escabechada de conejo de Matapozuelos, yemas de puerros de Íscar y aceite de Ataquines; para seguir con un salteado de mollejas de lechazo con boletus sobre fina crema de garbanzos de Alaejos, y virutas de cecina ahumada. Posteriormente, el tradicional Bacalao a la Olmedana abre paso a la original hamburguesa de lechazo, pan de pipas, queso de cabra fundido, aros de cebolla crujientes y salsa de mostaza antigua.

 

 

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