Split, una ciudad en el interior de un palacio romano

Split, una ciudad en el interior de un palacio romano

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Split es la segunda ciudad de Croacia y epicentro de la Costa Dálmata. Una ciudad que destaca principalmente por llevarnos años de ventaja en el reciclaje arquitectónico. Un centro urbano en el que viven unas 3.000 personas en el interior de los restos del palacio de uno de los últimos emperadores romanos. La máquina del tiempo funciona a la perfección en Split y el efecto en el visitante es realmente perturbador. La mera contemplación de las ruinas le lleva a atravesar varias épocas en un solo instante, convirtiéndolas en la verdadera magia de Split.
La ciudad conserva una extensa memoria y ha sabido conservar las huellas de las diferentes edades de su historia. Una joya que no sólo se conoce por ser una ciudad museo, sino también por ser una ciudad viva, dinámica y joven. A pesar de estar rodeada de barrios con poco encanto, la zona con más vida la encontraremos enfrente del mar. Allí se encuentra lo esencial, su precioso paseo marítimo repleto de yates, terrazas y el palacio de Diocleciano, el núcleo de la ciudad antigua, un cuadrado de 3,5 ha que alberga un laberíntico entramado de callejuelas con restos de murallas.
CIUDAD RETIRO DEL EMPERADOR DIOCLECIANO
Las primeras huellas de la ciudad encontradas son de origen griego, pero no fue hasta la época romana que floreció su gran esplendor como Spalatum, un puerto pesquero a diez kilómetros de la ciudad de Salona. Fue aquí donde nació Aurelius Valerius Diocletianus, más conocido como Diocleciano en el 245 d.C, en el seno de una modesta familia dálmata. Sirvió en las legiones romanas e hizo una brillante carrera militar, fue nombrado cónsul en tiempos de Aureliano y más tarde emperador tras la muerte de Numerio, con tan solo 40 años de edad. Fue muy conocido también por ser el emperador romano que más celo tuvo en perseguir al cristianismo, realizando auténticas masacres a lo largo de su mandato.
En el 295 d.C y debido a la destrucción del palacio de Nicomedia en Asia menor, decidió reconstruir su residencia en Split, no muy lejos de su ciudad natal y fueron necesarios diez años de trabajo para terminar el gigantesco palacio, al que se retiró en el 305 después de su abdicación y acogerse a la jubilación anticipada, algo raro ya que la mayoría de los emperadores morían asesinados. Después de las diversas guerras civiles que tuvo su imperio hasta el 312 con la victoria de Constantino, Diocleciano paso en Split los últimos nueve años de su vida, recluido en su lujosa residencia, donde murió en el 311 d.C. El palacio -privado de su razón de ser- tuvo diferentes usos: como campamento militar, albergó tiendas en incluso almacenes.
Finalmente, en el 615 fue destruido por los ávaros y los habitantes de Salona, rivales de Split en aquel entonces, que se refugiaron en el palacio de Diocleciano e iniciaron una etapa de “Ocupación” construyendo pequeñas viviendas en su interior con los restos pétreos de la destrucción. Con el paso del tiempo el palacio se metamorfoseó en burgo medieval y como podemos ver hoy en día paseando por el casco antiguo, no se produjo una destrucción masiva, sino por el contrario, una rehabilitación de los  vestigios romanos.
La ruta por la ciudad debe comenzar por una de las cuatro puertas más importantes de la ciudad, la Puerta de Bronce situada en el paseo marítimo. Por ella se accede al espectacular vestíbulo principal subterráneo, rodeado de diversas salas abovedadas donde encontraremos numerosos puestos de recuerdos y reproducciones de objetos romanos encontrados en las excavaciones del lugar. Tras cruzar la cámara subterránea y subir las escaleras que se encuentran al fondo, se accede al peristilo, donde se encuentran la catedral y el antiguo mausoleo del emperador Diocleciano y una bien conservada columnata presidida por una esfinge egipcia de 3.500 años. Es desde este punto que se puede empezar a visitar todo el interior habitado del Palacio de Diocleciano.
Partiendo del gran paseo marítimo de la Riva y eje principal de la vida de la ciudad, empieza la calle peatonal Marmontova, moderno eje comercial que está siempre muy concurrido con gente paseando a toda hora del día. Justo empezar la calle a la izquierda se ubica la Plaza de la República, que recuerda a la Plaza de San Marcos de Venecia, quizás porque durante muchos años la ciudad de Split perteneció a la Serenissima República de Venecia. Subiendo la calle, casi a mitad,  encontramos el concurrido mercado del pescado, singular lugar para visitar y ver cómo se respira la vida cotidiana de Split.

[divider]GUÍA PRÁCTICA[/divider]

CÓMO LLEGAR

La aerolínea Vueling ofrece numerosas frecuencias semanales desde los aeropuertos de Barcelona y Madrid con destino a Dubrovnik y Split. La duración del vuelo es aproximadamente de dos horas. Infórmate en www.vueling.com

DÓNDE DORMIR

Hotel Cornaro Split****

Sinjska ul. 6

www.cornarohotel.com

DÓNDE COMER

Varos Restaurant

Pescados y mariscos de las costas de Split.

Ul. ban Mladenova 7

www.konobavaros.com

Apetit Restaurant

Ul. Pavla Subica 5, Split

www.apetit-split.hr/en

INFORMACIÓN TURÍSTICA

Oficina de turismo de Split: www.visitsplit.com

Mas información en:  www.visitacroacia.es  [divider]NUESTRO VIDEO[/divider]

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