Aprender portugués mientras se disfruta de Brasil

Aprender portugués mientras se disfruta de Brasil

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Brasilia, Porto Alegre o Diamantina son tres ciudades muy distintas y con mucho encanto. Además de conocer sus atractivos turísticos, ofrecen cursos para extranjeros donde se podrá aprender o perfeccionar el portugués. La duración de los cursos varia, desde 24 horas hasta doce meses. El alumno podrá descubrir también la cultura local.

Cada vez son más los estudiantes españoles que viajan a Brasil para aprender el portugués ya sea por la sonoridad del idioma, por las grandes posibilidades laborales en el país, por el buen clima o por su cultura. Sea por el motivo que sea, los españoles quieren aprender la lengua portuguesa y disfrutar de toda la variedad del país. Por eso, proponemos tres destinos muy distintos pero como el objetivo común de aprender el idioma o perfeccionarlo.

 Brasilia

En la capital, podemos aprender el idioma del arquitecto Oscar Niemeyer en la Universidad de Brasilia. Se ofrecen diferentes cursos para extranjeros: desde intensivos de dos semanas, cuatrimestrales hasta temáticos de 24 horas donde se aprenden la historia de Brasil a través del cine, de la música o de la literatura brasileña a través de la prosa o de la poesía. Incluso alguna modalidad es gratuita. Los plazos de matriculación ya han comenzado y estarán hasta el 6 de octubre.

 

Y ya que se visita una de las ciudades más cosmopolitas y modernas de América Latina, porqué no conocerla a fondo. Muchos son los atractivos turísticos de Brasilia, ciudad que se construyó en 1960 en apenas tres años y medio. El máximo exponente es Niemeyer, donde destacan grandes obras como: La Plaza de los Tres Poderes, el Palacio de Planalto y el Palacio de Alvorada.

Visita obligada es el pulmón verde de la capital, el Parque Sarah Kubitschek, más conocido como Parque de la ciudad, el más grande de Latinoamérica. En sus 4,2 millones de m² nos podemos perder por la Plaza de la Fuentes, la hípica, los parques infantiles incluso descargar adrenalina en la pista de karting.

Otro de los imperdibles de la capital es el Lago Sul, una concepción urbanística original, donde podemos encontrar el Lago Paranoá, el Ponte JK y Pontão do Lago Sul.

Pero si hay un monumento estrella, ese sería la Torre TV, uno de los más visitados con un promedio de mil visitantes al día. Tiene 230 metros de altura y está situado en el epicentro de la ciudad, además donde acoge la Feria de Artesanía Local. Esta construcción está diseñada por el arquitecto y urbanista Lúcio Costa que se inspiró en la Torre Eiffel de París. Sin duda, el mejor lugar para avistar los modernos edificios y la vida frenética de Brasilia.

Porto Alegre

La capital del estado de Rio Grande do Sul, con 1,4 millones de habitantes, es bohemia y moderna, se respira juventud y es social. Aquí podemos aprender portugués en la Universidad Federal do Rio Grande do Sul a bajo coste. Además de clases, los alumnos podrán adentrarse en la cultura brasileña con diversas actividades extra como literatura, cine brasileño o Historia e Cultura Gaúcha.

Brasil

Entre clase y clase hay que conocer el Mercado Público donde predomina la arquitectura del siglo XIX en pleno centro de la ciudad. Aquí podremos perdernos entre productos típicos, especias, embutidos o cualquier alimento para el día a día.

En el mismo centro y muy cerca del Mercado merece la pena pasear por sus edificios antiguos como el Chalet de la Plaza XV, el Palacio Piratini, el Ayuntamiento – que contiene cuadros y cristaleras procedentes de Francia de 1869 -, la Catedral Metropolitana o la Plaza de Matriz.

Y como la idea es aprender portugués, qué mejor forma de hacerlo que visitar la casa de uno de los escritores más queridos de la ciudad: Mario Quintana. Un centro cultural que lleva el nombre del poeta, ese caracterizado modernista que cultivó el verso libre y la poesía en prosa. Sus obras más emblemáticas son: Zapato florido (1947) y Cuaderno H (1973).

Pero el símbolo de la ciudad es la Usina do Gasómetro. Este viejo aparato está localizado al borde de un lago. Reconvertido en centro cultural acoge exposiciones, cine, teatro y conferencias como el Foro Social Mundial y es una de las Sedes de la Bienal de Mercosur.

Porto Alegre es también ritmo gaucho. Antes de la puesta de sol hay que dejarse caer por la plaza de Odeon, en pleno centro, donde nos contagiará todo tipo de música en directo. Además, seguro que invitan a un chimarrão (mate), donde nos sentiremos como auténticos porto alegrenses.

Diamantina

Esta Ciudad Histórica ubicada en medio de la Serra do Espinhaço se encuentra en el corazón de Minas Gerais y cuenta con 46.000 habitantes. Conocida como la “Ciudad de las Serenatas”, traslada al turista a tiempos remotos y románticos, cuando el oro y los diamantes se hallaban en esta zona allá a partir de 1722.

 

Uno de los símbolos de aquella época tan próspera es la Casa de Chica da Silva, una esclava célebre por su romance con el explotador portugués más rico de diamantes de esa región, cuya fortuna se decía que era incluso mayor que la del rey de Portugal. Otro de los magníficos ejemplos de su conservación arquitectónica de la época es la Iglesia Nossa Senhora do Rosário dos Pretos que deja patente la arquitectura religiosa luso-brasileña.

Actualmente este municipio gana nuevos colores, sonidos y visitantes por eso es perfecta para aprender el portugués en la Universidad Federal dos Vales do Jequitinhonha e Mucuri (UFVJM). Curioso es el “Curso de Lengua portuguesa-Ecoturismo e Cultura no Alto Jequinhonha” donde los extranjeros podrán no sólo aprender el idioma sino profundizar en la cultura del Brasil colonial. Este curso incluye vistas a la naturaleza exuberante del Vale do Jequitinhonha, uno de los valles más espectaculares del país.

Además, en Diamantina podemos conocer sus numerosas celebraciones religiosas como la fiesta del Divino con los trajes típicos de la época del imperio o la Fiesta de Nossa Senhora do Rosario con novenas, mástiles, misa festiva y procesión incluida. Tampoco hay que perderse la artesanía, en especial las figuras de barro inspiradas en escenas de lo cotidiano.

Para más información: www.visitbrasil.com

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