Chile ofrece una múltiple oferta de playa para todos los gustos

Chile ofrece una múltiple oferta de playa para todos los gustos

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Con 4.300 km de costa y gran cantidad de islas, Chile ofrece una múltiple oferta de playa para todos los gustos. Desde los más deportistas y aventureros a los que disfrutan de la tranquilidad desde una toalla extendida en la arena; desde las frías aguas patagónicas a las cálidas del norte.

Siguiendo la geografía del país de norte a sur encontramos playas de aguas templadas y climas cálidos. Ideal para aquellos que buscan la relajación al sol, Arica, Iquique, Antofagasta; Copiapó, La Serena y Coquimbo rompen el mito sobre las gélidas aguas del Pacífico frente a las costas chilenas.

Una de las más hermosas del norte es playa La Virgen, en Caldera, al norte de Copiapó, de arena blanca y fina, mar turquesa, bajo oleaje y campos de dunas. Menos turística y de mar azul profundo es Cifuncho, en Antofagasta. Tiene aguas cristalinas, arenas claras y, lo mejor, sus excelentes restaurantes de pescados y mariscos.

Si quieres combinar playa, naturaleza y fauna, entonces Las Tijeras, en Isla Damas, en la costa de Coquimbo, es el lugar indicado. Aquí puedes bucear con excelente visibilidad, avistar pingüinos y delfines, además de disfrutar de este apacible rincón de arena blanca.

Grandes ciudades, Valparaíso y Viña del Mar, guarecen playas animadas y con olas más grandes, como las de Reñaca, y otras más apacibles como Concón y Zapallar.

Isla Negra; a 80 km de Valparaíso, merece mención aparte, no solo porque aquí vivió el poeta Pablo Neruda y hoy su casa es un entretenido museo, sino también por sus playas rocosas, su vista inigualable al Pacífico, sus ferias artesanales y los restaurantes de pescados y mariscos frescos.

Algarrobo, Conocido como la “capital náutica de Chile” por su clima para practicar todo tipo de deportes acuáticos como el surf y velas, este balneario es apacible, con una hermosa arquitectura playera y en verano, una animada vida nocturna. Las playas más conocidas son El Canelo, Club de Yates, Mirasol y Tunquén.

Hacia el sur de Santiago, algunas caletas se han hecho famosas entre los surfistas, como Navidad, Matanzas, y el epicentro surfista por excelencia que es Pichilemu.

La costa maulina, totalmente recuperada tras ser azotada por el tsunami de febrero del 2010, mezcla playas y campo chileno. Lo ideal es recorrerla en auto, pasando por hermosas playas como Buchupureo, con grandes olas, buenos restaurantes y cabañas, y Tregualemu, con bosques de pinos, casonas rurales y una playa de infinita tranquilidad.

Frente a Tirúa, al sur de Concepción, se encuentra la Isla Mocha, un paraíso que incluye una gran playa de arena blanca y fina, junto a uno de los faros más antiguos de Chile, además de naturaleza salvaje, gente cálida y la sensación de estar en una isla en medio del Pacífico.

El sur de Chile esconde playas más selváticas, con enormes bosques de fondo, aguas heladas, salvajes y arena más oscura, como las de las cercanías de Valdivia, Chiloé o las de la Patagonia, además de cientos de playas lacustres, como las del lago Villarrica, en Villarrica y Pucón, y los lagos Ranco, Rupanco y Puyehue, para paseos náuticos y descanso cien por ciento natural.

Pero sin duda, la estrella playera es Anakena, en Rapa Nui, que combina aguas tranquilas y una temperatura ideal, con palmeras y vista a los enigmáticos Moai.

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