Hungría tierra de vinos

Hungría tierra de vinos

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Hungría es un país con una rica historia vinícola. Tanto es así que se encuentra en una posición única por ser uno de los productores de vino más antiguos en Europa, con un legado que se remonta al siglo I a.C. cuando los romanos descubrieron condiciones ideales para cultivar uvas y producir vino en algunos territorios húngaros.

Hoy en día, las regiones vinícolas de Hungría, enclavadas entre las cadenas montañosas de la Cuenca de los Cárpatos, compiten con las más prestigiosas del mundo en términos de diversidad y singularidad, cumpliendo con las normativas de la Unión y preservando sus características únicas.

De esta manera, en el año 2023, los vinos húngaros han brillado en competiciones internacionales con 146 premios en el Decanter World Wine Award, incluyendo 3 platino, 11 oro, 54 plata y 78 bronce.

 

 

Las seis regiones vinícolas de Hungría

Las seis regiones vinícolas del país abarcan 22 áreas con diversas características climáticas, topográficas, de suelo e histórica. La más famosa, Tokaj, se trata de una región vinícola por derecho propio debido a sus tradiciones históricas y sus características naturales especiales; y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002.

Su área se extiende sobre un paisaje de laberintos de bodegas, viñedos y laderas anidado al pie de las Montañas Zemplén; y su historia vinícola se remonta a más de mil años. La variedad con mayor renombre es la de Tokaji Aszú, uno de los mejores vinos dulces naturales del mundo que se convirtió en el favorito del Rey Luis XV de Francia y que bautizó como “El Vino de los Reyes, Rey de los Vinos”.

Alrededor del conocido como “Mar Húngaro” y formada por una superficie total de 9000 hectáreas se encuentra la región vinícola de Balatón. Gracias a su cercana ubicación al Lago Balaton, el más grande de Europa Central, esta región cuenta con un clima único que la convierte en un entorno particularmente favorable para la elaboración de vinos.

Y, aunque hay características comunes -tanto si nos fijamos en el clima como en los vinos que se producen- cada vino de esta región tiene su propio matiz. El Riesling italiano es una variedad típica de la zona, pero también hay especialidades como el Toungue Azul (Kéknyelvű) y Cola de Oveja (Juhfark).

Por su parte, con una extensión de 13.000 hectáreas y situada entre las laderas de las montañas Mátra y Bükk, se encuentra la región vinícola de Alta Hungría. A pesar de contar con una amplia variedad de vinos, la región consta de solo tres distritos vinícolas:  Bükk, Mátra y Eger, siendo este último uno de los territorios vinícolas históricos del país. Su vino más conocido, el Egri Bikavér o Sangre de Toro, cuenta con una larga historia y es el producto perfecto para definir la región.

Por último, en la región vinícola de Pannonia, crecen otras variedades que no pueden ser cultivadas con facilidad en otros territorios. Sus tintos vinos son más densos y las variedades internacionales como el Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot han ido ganando terreno en la región. Además, Pannonia consta de cuatro regiones vinícolas: Pécs, Szekszárd, también conocida como la tierra del vino de los amantes, Tolna y Villány, región vinícola más cálida y soleada del país.

Tradiciones de la vendimia

La vendimia en Hungría, que generalmente se lleva a cabo entre septiembre y octubre, es un proceso físicamente exigente que se ha convertido en una celebración arraigada a lo largo de los siglos. Tras meses de arduo trabajo que incluyen la poda, el deshierbe y la atadura de las vides, los viticultores finalmente pueden cosechar la fruta y dar inicio al proceso de elaboración del vino.

Las tradiciones de la vendimia tienen profundas raíces históricas y varían en cuanto a su inicio, que depende de la región vinícola: desde finales de septiembre en la Gran Llanura hasta finales de octubre en regiones como Somló y Ság Hill.

En los viñedos más pequeños, la vendimia involucra a amigos y familiares que se unen para cosechar, siendo los dueños de los viñedos los anfitriones, ofreciendo comida y bebida, a menudo con degustación de uvas y mosto.  Por otro lado, en áreas vinícolas más grandes, la vendimia se convierte en festividades a mayor escala, que incluyen desfiles, danzas y cantos. Esta tradición sigue siendo un evento especial que reúne a familias, amigos y conocidos, con antecedentes en los que las escuelas cerraban, los jueces suspendían sus actividades y los soldados tenían tiempo libre para unirse a esta festividad

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