Las Bahamas, un refugio de fauna entre playas cristalinas

Las Bahamas, un refugio de fauna entre playas cristalinas

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El archipiélago de las Bahamas es conocido por sus playas infinitas de arena blanca, sus aguas cristalinas y sus maravillosas barreras de coral… Pero además, una envidiable política de conservación de la fauna y naturaleza ha convertido a Las Bahamas en el refugio de diferentes especies de animales exóticos.

Great Inagua es la tercera isla más extensa de Las Bahamas y un auténtico paraíso para los amantes del eco-turismo. Además, en la costa oeste de la isla, las marismas saladas se han convertido en el hogar de alrededor de 80.000  ejemplares de flamencos rosados, en el corazón del Parque Natural de Inagua.

Estos flamencos no siempre vivieron en Las Bahamas; en 1940 esta especie abandonó el archipiélago debido a los aviones que sobrevolaban su hábitat continuamente durante la 2ª Guerra Mundial. Esto, junto a la caza indiscriminada ocasionó que la población de los West Indian Flamingos  disminuyera a unos 5.000 ejemplares.

Con la ayuda y el esfuerzo de la National Audubon Society y The Bahamas National Trust, se consiguió aumentar el número de especímenes hasta los 80.000 actuales. Igualmente, esta ave sigue siendo una especie en peligro de extinción.

La isla se divide en dos zonas, Gran Inagua y Pequeña Inagua. Esta segunda es una zona reservada y habitada exclusivamente por más de 140 de especies diferentes de aves. Todo un espectáculo para los ornitólogos y los eco-turistas.

Una gran mayoría de los flamencos resident en Great Inagua, aunque se han ido repoblando otras zonas como Exumas, Long Island o Andros.

Las Bahamas es un país conocido por concienciar y conservar su fauna y flora intacta. Por ello, en el Centro de Conservación y Zoológico de Jardines de Ardastra conviven más de 135 especies de animales diferentes, incluidas algunas en peligro de extinción del Caribe y América del Sur como el flamenco rosado.

PIG ISLAND

¿A quién no le gustaría perderse en una isla paradisiaca? Las Exumas, un archipiélago de 365 islas (una para cada día del año) que se extienden por unos 200 kilómetros de océano, de aguas cristalinas y color esmeralda se convierten en uno de los destinos en los que uno tiene que desembarcar una vez en la vida. Un paraje idílico lleno de magia y con unos pequeños habitantes de lo más peculiares…

Hablamos de 20 cerditos y lechones salvajes a los que les gusta nadar y compartir momentos con aquellos que les visitan. Gracias a estos curiosos habitantes, la isla ha tomado popularmente el nombre de Pig Beach y se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos. Con un carácter amigable y cariñoso, se acercan a los turistas con facilidad para jugar en el agua o bien para que les den comida. Estos cerditos, a su vez, comparten lugar de residencia con otros inusuales animales, como cabras y gatos silvestres.

Sin duda, una aventura inolvidable para quienes necesitan desconectar del frenético día a día, disfrutar de un paisaje idílico y vivir una experiencia única que compartir con sus seres más queridos. Un destino al que no podrás resistirte en tus próximas vacaciones.

ALLEN´S CAY

En Exuma, Allen’s Cay es el hogar de la especie autóctona Allen’s Cay Iguana, una de las subespecies de The Bahamian Rock Iguanas. Allen’s Cay es uno de los pocos lugares donde se pueden encontrar estas amables “criaturas”, protegidas por la ley.

Afables, las iguanas dan la bienvenida a los visitantes que les llevan “regalos”, como frutas y vegetales. Sólo se les puede alimentar con productos que sean considerados seguros y sanos por el guía.

Aparte de Allen’s Cay, podemos encontrar a esta especie en Southern Allen’s Cay y en Leaf Cay. Sin embargo, las iguanas de Allen’s Cay están en peligro de extinción. Son una de las especies de lagartos más amenazadas del planeta y toda la colonia habita en Las Bahamas.

A diferencia de otras subespecies, estas iguanas son bastante grandes, razón por la cual son consideradas los vertebrados de tierra más grandes de Las Bahamas. Asimismo, destacan por su longevidad, llegando a vivir hasta 40 años. Tienen una personalidad particular. Cuando se les ofrece comida, muchas optan por no acercarse o por recoger rápidamente la comida y “huir”. Sin embargo, muchas otras no tienen reparos en trepar encima de los turistas para recoger las frutas y verduras que se les ofrece. En ocasiones, pueden llegar a morder algún dedo o tobillo ¡confundiéndolos con comida!

Como anécdota, comentar que estos lagartos pueden ”volar”. Las iguanas saltan unas alturas considerables como si volaran. Sosteniendo un palo con comida lejos del suelo y en alto se puede comprobar.

Para descubrir más sobre estos destinos, visite:

www.bahamasturismo.es

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