Visita el Castillo de Cheverny en el Valle del Loira, te sorprenderá

Visita el Castillo de Cheverny en el Valle del Loira, te sorprenderá

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Cheverny es uno de los castillos más famosos del Valle del Loira. Perteneciente a los descendientes de la familia Hurault, conocida en Blois desde el siglo XIII, destaca por ser uno de los castillos más ricos por su mobiliario de origen. Cheverny es uno de los ejemplos más acabados de la arquitectura barroca en Francia y se compone de cinco pabellones ordenados según una rigurosa simetría e individualizados por el juego de los techos y por los desniveles de las fachadas.

Rodeado de naturaleza, el castillo de Cheverny se encuentra situado a pocos kilómetros de la ciudad de Blois. Su construcción finalizó en 1634 aunque ha sido restaurado en dos ocasiones, conservando siempre su decorado antiguo. Desde 1922 se encuentra abierto al público sin que ello sea impedimento para que una zona del castillo continúe, aún en la actualidad, habitada por los herederos de Enrique Hurault.

En su interior se pueden apreciar piezas originales como una cómoda única de Luis XV, un reloj pórtico de Luis XVI o las 34 pinturas que reflejan diferentes escenas del Quijote y que pueden encontrarse en el comedor del castillo. En su sala de trofeos pueden admirarse las más de 2.000 cornamentas de ciervos, que dan testimonio de la tradición a la montería francesa desde hace más de 150 años.

El gran salón es la sala de recepción, ocupa casi toda la planta baja del pabellón central oeste y, alumbrado por cuatro ventanas, guarda una serie de retratos que permiten reconocer a algunas de las grandes figuras de la familia. Ya en el saloncito además de encontrar, como en todas las salas del castillo, unos muebles excepcionales, el retrato del conde Enrique Hurault de Cheverny, constructor del castillo, preside la sala.

Por la escalera de honor se accede al primer piso. Aquí el visitante podrá descubrir, peldaño a peldaño, calidades arquitectónicas y riquezas del decorado esculpido en la bella piedra blanca con la que se construyó el castillo. Una vez arriba, los aposentos privados permiten apreciar el conjunto y los detalles. Al otro lado, la sala de armas, la más grande del castillo, precede a la habitación del rey como la antecámara de los castillos reales.

Ya en el exterior, la naturaleza, las aguas, los bosques y los estanques dan vida a la propiedad. A través de las alamedas y por la orilla del agua, el visitante podrá disfrutar de un agradable paseo, en coche o en barco eléctricos, en el que fauna y flora se funden ofreciendo un paisaje majestuoso.

Para completar la oferta natural de Cheverny, un nuevo jardín que creado en 2006, entre el castillo y la “orangerie”, recuerda el jardín a la francesa de antaño cuyos dibujos subsisten hoy día.

Exposición en honor a Tintín 
Ubicada en una de las dependencias, el Castillo de Cheverny acoge desde 2001 la exposición permanente “Los secretos de Moulinsart” producida por la Fundación Hergé, institución sin ánimo de lucro, establecida en Bruselas, lugar de nacimiento del creador de Tintín, Georges Remí, conocido mundialmente por Hergé.

Fieles reproducciones de algunos de los más famosos escenarios en los que se desarrollan las aventuras de este intrépido reportero llevan al visitante a sentirse como su compañero de aventuras. Allí, Tintín, Haddock y el profesor Tornasol reviven, a tamaño natural, los acontecimientos que se celebraron en este mítico castillo.

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