La historia de la ciudad de Compostela se remonta a tiempos prehispánicos, cuando la región estaba habitada por diversas culturas indígenas. Los indígenas Coras y Huicholes fueron los primeros pobladores de esta área, dejando un legado cultural que aún se refleja en la vida cotidiana de la ciudad. La llegada de los españoles en el siglo XVI marcó el inicio de una nueva era, con la fundación oficial de Compostela en 1540 por Nuño de Guzmán.
Durante la época colonial, Compostela fue un importante centro administrativo y religioso. La construcción de la Parroquia de santo Santiago Apóstol, una imponente estructura que aún domina el paisaje urbano, comenzó en 1560 y simbolizó la influencia española en la región. Durante décadas, la ciudad también fue un punto estratégico en la red de comunicaciones entre la Ciudad de México y los puertos de la costa del Pacífico.
En el siglo XIX, Compostela jugó un papel crucial en la lucha por la independencia de México y fue testigo de importantes eventos históricos. Durante la Revolución Mexicana, la región experimentó tensiones y cambios significativos que dejaron una huella indeleble en su historia. La preservación de edificaciones coloniales y monumentos históricos ha convertido a Compostela en un destino que respira historia en cada esquina.