Durga Puja en Calcuta: tradición, arte urbano y espíritu colectivo
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Calcuta se convierte cada otoño en un escenario inmenso de devoción, creatividad y fiesta urbana cuando llega Durga Puja. Es mucho más que una celebración religiosa: es una cultura viviente que fusiona lo espiritual, lo artístico y lo social. Aquí te explico cómo se vive concretamente en esta ciudad.

 

Qué es Durga Puja

Durga Puja es una festividad hindú que rinde homenaje a la diosa Durga, símbolo de poder femenino que vence al demonio Mahishasura. Pero en Calcuta, este culto se convierte en un fenómeno colectivo: cientos de barrios levantan pandals (estructuras efímeras) para mostrar sus esculturas de Durga y acoger rituales, espectáculos culturales y muestras artísticas.

Durante años, Durga Puja en Calcuta alcanzó un nivel de dimensión urbana tal que, en 2021, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Ese reconocimiento subrayó que no es solo una ceremonia local, sino una expresión cultural de gran valor simbólico, social y artístico.

Acto de inicio del evento Durga Puja International Jury Award

Jurado Internacional

Los pandals y su alma social

Uno de los atractivos más fascinantes del festival son los pandals, esas construcciones temporales que colonizan las calles —desde avenidas principales hasta callejones residenciales— para dar cobijo a las representaciones de Durga. Pero no se limitan a lo decorativo: cada pandal suele adoptar un tema social contemporáneo. Puede reflexionar sobre medio ambiente, empoderamiento femenino, justicia social, tecnología, memoria histórica o crítica política, siempre manteniendo a Durga como pieza central.

La escultura de la diosa, así como las de sus hijos (Ganesha, Kartikeya, Saraswati, Lakshmi), se elaboran meticulosamente en Kumartuli, el barrio artesanal de Calcuta famoso por sus talleres de imágenes divinas. Allí los artesanos usan arcilla, paja, cañas y moldes tradicionales. Las figuras se modelan, se visten de tela, se pintan los ojos a mano y se adornan con detalles metálicos o vegetales. Luego se trasladan al pandal para integrarse en la escenografía.

Durante los días festivos, los pandals no son solo lugares de ofrenda: se convierten en espacios de exhibición cultural, con iluminación creativa, efectos visuales, proyección de arte, música, instalaciones interactivas. En 2025 algunos pandals adoptaron temas audaces: representaciones políticas o referencias futuristas, incluso imágenes satíricas de líderes mundiales, combinadas con decoraciones artísticas minimalistas. (Ver prensa local: se comentan estos pandals como “pandals making headlines with political and AI themes”).

Días del festival: tiempo sagrado en la ciudad

Durga Puja no dura todo el año, pero sus días centrales condensan gran fuerza simbólica. En 2025 se celebra del 27 de septiembre al 2 de octubre. (Ese es el periodo oficial en Calcuta).

Aquí un recorrido por cada etapa:

  • Shashti (primer día): se consagra la llegada de Durga al pandal. Se colocan sus esculturas, se inicia la ambientación festiva y comienzan los rituales diarios.

  • Saptami: continúan las oraciones, se hacen ofrendas florales y los visitantes empiezan a acudir masivamente.

  • Ashtami: día de especial devoción. El ritual Sandhi Puja marca la transición entre Ashtami y Navami, un momento intenso en energía y simbolismo.

  • Navami: ceremonias mayores y festivas, música, danza, arte dentro de los pandals; un clímax antes del adiós.

  • Vijaya Dashami o Dashami: día de despedida de la diosa. Se lleva a cabo la inmersión (visarjan) de las esculturas en el río Hooghly o cuerpos de agua locales. En días previos se vive también el gesto de Sindur Khela, en que mujeres casadas se untan polvo rojo unas a otras como símbolo de unión y energía.

Se ha contabilizado este año que entre Dashami y los últimos días del festival se han sumergido más de 5.200 estatuas de Durga en Calcuta, en decenas de ghats (escalinatas al río). Los principales puntos de inmersión como Babughat manejan centenares de esculturas cada hora. La municipalidad coordina operaciones con policía fluvial, equipos de rescate y limpieza para asegurar que el ritual fluya con orden y seguridad.

Hay que destacar que en 2025 se ha multiplicado la atención al impacto ambiental: algunos comités han anunciado iniciativas sostenibles, como un pandal que convertirá sus residuos en combustible (unidad “waste-to-fuel”) durante los días del festival, con apoyo del gobierno local. (Reportes ciudadanos hablan de esta innovación como parte de la campaña My Waste My Responsibility).

Por otra parte, varios comités han prometido que este año evitarán plásticos por completo, buscando minimizar contaminación y residuos en las calles y los alrededores del evento.

Durante las últimas semanas previas al festival, la prensa local también ha advertido sobre las medidas de tráfico extraordinarias en Calcuta. Desde el día de Mahalaya se han desplegado controles de circulación para gestionar el enorme flujo de visitantes, ya que los cerca de 15 millones de habitantes que tiene la ciudad se echan a la calle durante estos días de celebración, con el consiguiente caos circulatorio que esto genera.

Finalmente, cabe mencionar que a veces el visarjan se pospone en algunos casos por tradición o creencias locales: en 2025, por ejemplo, se ha decidio que el día de inmersión será el jueves 2 de octubre, aunque en algunas partes de Bengala evitarán posponerlo en jueves por considerarse día “inauspicioso” (una jornada que, según el calendario lunar y las creencias astrológicas, no es favorable para realizar ciertos actos o rituales).

De Calcuta al mundo: la visión de Meghdutam y los International Jury Awards

En 2010 comenzó un capítulo nuevo para la proyección internacional del Festival Durga Puja: Jaydeep & Swaguna Mukherjee, a través de Meghdutam Travels y la Fundación Meghdutam, decidieron llevar el festival más allá de las fronteras de India. Su misión: que Durga Puja sea reconocido como atractivo turístico-cultural global, no solo una manifestación local.

Para eso, han promovido el festival en ferias internacionales de turismo (Europa, Canadá, etc.), presentándolo como fenómeno cultural, arte colectivo, experiencia inmersiva. Además establecieron los International Jury Awards (IJA): premios en los que un jurado internacional (principalmente periodistas, bloggers y profesionales de medios de Canadá, Estados Unidos, España, Francia y Portugal) evalúa pandals de Calcuta en diversas categorías: creatividad, presentación temática, innovación escénica, interpretación artística.

Según la organización, el IJA fue “conceptualizado y ejecutado por Meghdutam Travels ante demanda de comités de puja, artesanos y promotores quienes querían reconocimiento transparente y global para su trabajo”. Estos jurados internacionales investigan y evalúan a lo largo de los días del festival, comparando propuestas locales con estándares globales.

David Bigorra, como director de QTRAVEL, ha sido jurado casi desde el inicio. Ha estado junto a Jaydeep Mukherjee observando la transformación de un festival que antes era poco conocido fuera de India, hasta convertirse en un evento artístico reconocido, con propuestas más ambiciosas y con respaldo mediático internacional.

Este tipo de premio externo no solo brinda visibilidad: presiona hacia la innovación; alienta a las comunidades locales a elevar su propuesta estética y narrativa, a no conformarse con lo tradicional, a reinterpretar el festival bajo lentes contemporáneos. En los últimos años, los pandals que optan a premios tienden a incorporar escenografía digital, iluminación envolvente, instalaciones interactivas y narrativas sociales fuertes.

La edición de este año del International Jury Award 2025 ha demostrado la continuidad y la proyección global del proyecto, con el apoyo de instituciones tan importantes y relevantes como India Tourism Kolkata e Incredible India.

Durga Puja en Calcuta es algo que va más allá de un ritual: es una obra colectiva, un desfile de identidades y una puesta en escena urbana donde lo espiritual dialoga con lo contemporáneo, lo local con lo global. Gracias al impulso de proyectos como el International Jury Award y la visibilidad global conseguida, hoy esta festividad puede leerse como un gran lienzo donde se pinta lo esencial: la divinidad de Durga, sí, pero también las esperanzas, crisis y sueños de una sociedad que celebra con arte y propósito.