Enclavado en el majestuoso valle del Loira, el Castillo de Chambord es mucho más que una joya arquitectónica: es una obra maestra que parece salida de un cuento de hadas. Rodeado por uno de los bosques cerrados más grandes de Europa, este imponente castillo fue concebido por el rey Francisco I como símbolo de poder y refinamiento, con una fusión única de estilos medievales y renacentistas que cautiva a todo el que lo visita. Su emblemática escalera de doble hélice, sus torres coronadas por linternas y su fastuosa silueta reflejada en los canales lo convierten en uno de los monumentos más emblemáticos de Francia.
En este artículo te invito a recorrer cada rincón de Chambord, descubriendo sus secretos, sus vistas panorámicas y todo lo que puedes ver y vivir en este lugar excepcional que, siglos después, sigue despertando admiración.
EL SUEÑO DE UN REY
En 1519 con tan solo veinticinco años Francisco I ordena la construcción del castillo que contempla dos de sus grandes pasiones, la caza y la arquitectura, Chambord es sin duda la residencia real más espectacular de la Ruta de Los Castillos del Loira.
CHAMBORD LA JOYA DE LA CORONA
Un entorno con un castillo concebido para mostrar a reyes y embajadores el poder del joven Rey, que cuatro años antes había salido victorioso de la batalla de Marignano, por la cual había conseguido el control del ducado de Milán.
MAGNIFICAMENTE CONSERVADO
Chambord es uno de los palacios que ha sido conservado casi intacto sobre su diseño original, siendo un claro ejemplo de la corriente renacentista de la época.
UN MISTERIO SOBRE SU DISEÑO
Aunque no se sabe ciertamente quien fue su arquitecto, la impronta de Leonardo da Vinci es patente en la emblemática doble escalera de caracol, por la que se puede subir y bajar sin cruzarse con alguien que discurre por la vertiente opuesta.
CONSTRUIDO PARA OSTENTAR EL PODER REAL
De hecho esta soberbia edificación no fue permanentemente habitada por Francisco I y tampoco por sus descendientes, pues su uso fue el de acoger monterías y grandes festejos.
ACTUALMENTE ES UN LEGADO, UN MUSEO Y UN CENTRO DE EXPOSICIONES
En la actualidad, su interior alberga una amplia colección de cuadros, tapices y mobiliario de diferentes épocas.
LOS APOSENTOS REALES
Durante la visita tendremos la oportunidad de contemplar los aposentos de Francisco I que se encuentran en la primera planta del ala real.
Entre los aposentos reales se encuentran unos pequeños gabinetes, un oratorio con un techo abovedado y casetones esculpidos, todo ello a pesar de que el rey tan solo pasara 72 días de su reinado en tan espléndido lugar.
PANORÁMICAS ESPECTACULARES
Es muy interesante subir a la azotea, aquí tendremos la oportunidad de divisar a través de una magnífica visión panorámica de casi todo el dominio de Chambord.
RODEADO DE TUPIDOS BOSQUES
Sin terminar de apreciar los límites del dominio de Chambord y sus bosques anexos, los cuales proveían de suficiente leña para caldear este inmenso castillo de 156 metros de longitud y 56 de altura.
RESERVA REAL DE CAZA
Más allá de sus muros y torres, el Castillo de Chambord está rodeado por una impresionante reserva natural de más de 5.000 hectáreas, la mayor reserva cerrada de caza de Europa. Antiguo terreno de caza de la realeza francesa, este vasto bosque alberga ciervos, jabalíes y una rica biodiversidad que hoy puede descubrirse a través de rutas señalizadas, paseos en bicicleta, recorridos en 4×4 o tranquilos paseos en coche de caballos. Una experiencia única para los amantes de la naturaleza, donde es posible observar la fauna en libertad y disfrutar de un entorno protegido que parece detenido en el tiempo.