Cuándo y cómo ver el carnaval de Cerdeña
Cuándo y cómo ver el carnaval de Cerdeña, un carnaval que nada tiene que ver con las fiestas que estamos acostumbrados a ver en otras ciudades del mundo, porque en la isla se han mantenido los orígenes de esta fiesta antigua, conexos con el culto orgiástico dionisíaco de la fertilidad y el tétrico ritual de la cabeza de turco, el insano mental es sacrificado y quemado para redimirse del mal cometido. |
UN CARNAVAL ATÍPICO
El Carnaval de Cerdeña nada tiene que ver con las fiestas que estamos acostumbrados a ver en otras ciudades del mundo, porque en la isla se han mantenido los orígenes de esta fiesta antigua, conexos con el culto orgiástico dionisíaco de la fertilidad y el tétrico ritual de la cabeza de turco, el insano mental es sacrificado y quemado para redimirse del mal cometido.
Para hacerse una idea del fantástico folclore sardo es necesario visitar la isla de Cerdeña fuera del periodo estival. Y qué mejor momento para hacerlo que durante la celebración del Carnaval.
SIN VÍNCULOS RELIGIOSOS
El Carnaval de Cerdeña es la única fiesta del calendario que no guarda relación con la liturgia católica, y que permite salirse del corsé de los eventos religiosos, algo más pautados y carentes de la alegría y el jolgorio del carnaval.
CUÁNDO Y CÓMO VER EL CARNAVAL DE CERDEÑA
En Cerdeña los Carnavales empiezan con las celebración de la “festa dei fuochi”, fiesta de los fuegos de San Antonio Abate, el 17 de enero, para cerrarse con el tradicional miércoles de ceniza. Los días grandes del Carnaval se concentran entre el jueves y el martes.
MAMOIADA, RECREACIÓN DE MAMUTHONES E ISSOHADORES
El centro de Cerdeña vive unos intensos y originales carnavales donde las máscaras de origen remoto y formas zoomorfas y antropomorfas toman el protagonismo. Algunos de ellos son los de Mamoiada (con los personajes Mamuthones e Issohadores), los de Ottana (Boes y Merdules) o los de Orotelli (Sos thurpos).
Los disfraces se complementa con pieles de cabra y oveja y cencerros que rememoran ritos misteriosos que acompañan una danza animal, símbolos fálicos y música un tanto tétrica.
En la población de Mamoiada desfilan 12 Mamuthones que causan espanto con sus máscaras negras de madera. Son vestidos con pellejos negros de oveja y cargan sobre los hombros un racimo de 30 kilos de cencerros que suenan al unísono con el paso grave de las máscaras.
Los Issohadores vestidos de rojo con una soga de junco en la mano atrapan los que presencian el desfile. Estas máscaras salen por primera vez el 16 de Enero, dia de San Antonio Abad, la fiesta cristiana que se origina del antiguo culto del fuego de Prometeo.
En la población de Gavoi los Tumbarinos, con los rostros atezados con el carbón, golpean los tambores al ritmo obsesivo del éxtasis dionisíaco.
UNA BRUJA TEJEDORA
En Orotelli los tristes Thurpos, ciegos y vestidos de duelo, caminan por las calles del pueblo empujados por el pastor y arrastrando el arado para sembrar.
MÁSCARAS Y ATUENDOS SON PURA ARTESANÍA
En Samugheo los diabólicos Mamuthones, con las máscaras de corcho coronada por grandes cuernos, persiguen S’Urtzu, el macho cabrío con pellejo de chivo negro y cuernos torcidos.
ORISTANO ES EL NÚCLEO DE LA FIESTA DE CARNAVAL
En contraste con este tipo de celebraciones, en la zona de Oristano, son las exhibiciones ecuestres las que toman las calles, constituyendo el núcleo de la fiesta (Sartiglia de Oristano, Sa carrela ‘e nanti en Santulussurgiu, o la Sa corsa a sa pudda de Ghilarza).
El centro de estos pueblos se convierte en una bella pista de arena para que los caballos, montados por habilidosos jinetes, se desafían en emocionantes carreras. En la Sartiglia de Oristano, los competidores pugnan por la “estrella sagrada”. Con cada estrella en manos del jinete el clamor popular se adueña del ambiente.
DELICIOSA GASTRONOMÍA SARDA
El significado del acto radica en que cuantas más estrellas podían recoger los jinetes, mejor sería la cosecha del año. De la misma forma, el visitante puede deleitar su paladar con las especialidades gastronómicas que, durante todo el carnaval, se hallan en diferentes puestecillos callejeros.
Desde el “pane vrattau” al queso, el vino sardo o las patatas al horno, pasando por “dae su vasolu in umidu” y “sa trippa mamujadina” y un sin fin de dulces típicos de la época carnavalesca.