La gran reconstrucción histórica de los Juegos de la Romanidad en Nîmes

Les Grands Jeux Romains de Nîmes

La gran reconstrucción histórica de los Juegos de la Romanidad en Nîmes

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La gran reconstrucción histórica que se desarrolla en un escenario sin igual. Durante dos días la tenacidad y rigor histórico nos brindan la mejor representación de lo que fueron los grandes juegos que se celebraban en los anfiteatros romanos.

Nîmes, también llamada la Roma Francesa, posee numerosos monumentos de este periodo que están considerados los mejores conservados del mundo, entre los que destacan: el anfiteatro Romano, la Maison Carrée y la torre Magna como los principales y en mejor estado de conservación, el Castellum Divisorum, el Templo de Diana y la Puerta Augusta, que constituyen un patrimonio excepcional y un escenario ideal para las reconstrucciones históricas que cada año se celebran en la ciudad.

La empresa francesa Culturespace, que gestiona los espacios históricos del periodo romano en la ciudad de Nîmes, organiza cada año los Grandes Juegos de la Romanidad, que con más de 500 personas pertenecientes a diferentes agrupaciones de recreaciones históricas acuden de toda Europa para participar como actores y figurantes en esta espectacular reconstrucción histórica anual.

Como era costumbre en la antigua Roma, cuando se celebraban los Juegos en el circo, además de las luchas entre Gladiadores de todo tipo, ejecuciones de reos condenados a muerte, espectáculos y danzas o competiciones ecuestres y de cuadrigas, se representaba algún hecho histórico u épico que hubiera sido determinante o de suma importancia para Roma, o bien para el patrocinador de dichos juegos (llamado Editor) durante el periodo de la República.

Durante los dos días en los cuales se celebran los juegos actuales, el público puede disfrutar de un espectáculo único, de una altísima calidad y gran realismo por parte de los participantes y de la empresa productora del evento, gran parte del cual se desarrolla en la calle y alrededores de los lugares históricos, implicando directamente al público que deambula por sus calles y plazas.

El pasado año las Arenas de Nimes, visitó su anfiteatro para dedicar su espectáculo a Cleopatra y la batalla de Actium. Con una espectacular puesta en escena, la acción discurre ante la mirada del Emperador Adriano sentado en el palco de honor. Después de las carreras ecuestres y las luchas de gladiadores comienza la recreación de la batalla naval que se desarrolló entre las fuerzas navales de Cleopatra y Marco Antonio contra las de Octavio César en la embocadura del golfo de Ambracia, y culminó con la derrota de la armada egipcia y la posterior batalla de Alejandría entre ambos contendientes.

Esta recreación histórica tiene un especial interés para la ciudad de Nîmes, puesto que a las tropas o legiones de Octavio César Augusto, que fueron licenciadas tras la batalla de Actium, se les otorgaron tierras para establecerse en lo que era la nueva colonia Romana de Naemasus. El actual escudo de la ciudad simboliza un cocodrilo del Nilo encadenado a una palmera, en clara simbología de un Egipto derrotado y subyugado al poder de Roma. Esta referencia histórica es debida a que durante siglos se fueron encontrando en Nîmes muchas monedas de esta época en las que se encuentran grabados dichos símbolos, aunque no es hasta el reinado de Francisco I de Francia, cuando los ciudadanos de Nîmes solicitan una venia real para poder ostentar como oficiales dichos símbolos.

La pequeña Roma francesa 

Venir a Nîmes significa adentrarse en la ciudad romana mejor conservada de Francia. Su numeroso patrimonio histórico y cultural combina perfectamente con su arquitectura urbana, transformando la ciudad en un auténtico museo al aire libre.

Remontándose a sus orígenes celtas en el siglo VI a.C, la ciudad de Nîmes no cobró importancia hasta la expansión del Imperio Romano. A diferencia de sus vecinos galos, Nîmes no fue conquistada sino que se anexionó voluntariamente a Roma para convertirse en la Neumasa galorromana y aliarse con Julio César en su famosa conquista de la Galia. Más adelante, Augusto ganó la batalla de Actium contra Marco Antonio en el 31 a.C. y a muchos de los legionarios que participaron en esta, una vez licenciados del ejército, se les hizo entrega de tierras en la colonia de Nîmes. Por la fidelidad demostrada durante la guerra de la Galia sus habitantes fueron gratificados no sólo con la confirmación oficial del título de colonia, sino con el patrocinio de la gran monumentalización que se desarrolló en la ciudad, aportando edificios emblemáticos que han perdurado hasta nuestros días, como es el anfiteatro y el templo que hoy se conoce como la Maison Carrée, entre otros.

Como principal atracción de la ciudad nos encontraremos con las Arenas de Nîmes o Circo Romano, siendo uno de los mejores conservados del mundo y el más representativo que ha llegado hasta nuestros días, además de uno de los más grandes de lo que fuera la Galia Romana, con capacidad para 20.000 espectadores. Hoy en día es el escenario de recreaciones históricas y de los espectáculos propios de la antigua Roma en la celebración de los Grandes Juegos de la Romanidad. Durante la temporada taurina se programan corridas de toros, tanto a la camargueña (no sacrificando al toro) como a la española, acogiendo a los más ilustres maestros del arte del toreo que pasan por esta arena. La tauromaquia está muy arraigada en la ciudad y en la región de la Camarga donde existen ganaderías de toros que pastan en semi-libertad. Muestra de ello es el ambiente que se respira en los alrededores de la plaza de Nîmes durante las fiestas taurinas. Restaurantes, hoteles y bares lucen por doquier motivos taurinos, fotografías de las que fueron y son leyendas del toreo.

Un paseo por el casco viejo es sin duda la mejor forma de conocer la ciudad. Saliendo de las Arenas, por la Rue de les Arenes, en dirección norte, se encuentra la Place du Marché. Sus cafés y terrazas están siempre repletas y animadas con turistas que degustan un café o simplemente una cerveza. Los niños corretean alrededor de la fuente adornada con la escultura de un cocodrilo, el espléndido tiempo alegra la vida en el centro de la ciudad. A pocos metros se ubica el ayuntamiento. En la escalera que da acceso a las dependencias superiores, volvemos a encontrarnos el emblema de la ciudad, el cocodrilo, esta vez disecado y decorando el techo y las paredes desde 1815. Las calles adyacentes al ayuntamiento albergan pequeños comercios, anticuarios, pastelerías, locales comerciales, restaurantes y bares, de planta muy actualizada y moderna, curiosamente ubicados en el interior de edificios antiguos, algunos de la Edad Media.

Seguimos deambulando por las calles de la ciudad y el imperturbable legado de Roma se alza ante nuestra vista; nos encontramos ante la Maison Carrée. Su construcción destaca sobre otras construcciones de su época. Desde aquí se dominaba el foro de la cuidad antigua y su plaza que era el centro de la vida pública que fue construida en el siglo primero de nuestra era y dedicada a los sobrinos del Emperador Augusto, Caius y Lucius César.

También deberemos visitar los Jardines de la Fountaine, unos de los primeros jardines públicos de Europa, construidos en el s. XVIII respetando el trazado del antiguo santuario romano que se alzaba sobre la fuente Nemausa. Descubrieron el yacimiento cuando hacían obras para levantar un fuerte y por suerte decidieron respetarlo. Dentro de los majestuosos jardines poblados de estatuas clásicas encontramos las ruinas del enigmático Templo de Diana, que en realidad fue una biblioteca.

La Torre Magna, ubicada sobre una colina en lo alto del parque de los Jardines, es el lugar idóneo para contemplar una vista inigualable de la ciudad. Actualmente se encuentra parcialmente en ruinas, pero se sabe que en el año 15 d.C. tenía tres pisos de planta rectangular octogonal. Sin duda Nîmes es la ciudad ideal de los amantes de la historia antigua y el mejor lugar para viajar en el tiempo.

Breve historia cronológica de Nìmes

Los primeros asentamientos habitados que se constatan en Nîmes datan de finales del siglo VI a.C. Pequeñas chozas de arcilla y caña de maíz con techos soportados por postes de madera que se ubicaban cerca de un manantial sagrado dedicado al dios Nemaus (los actuales jardines de la Fountaine).

La fundación Nimes, siglo I a.C

En esta época, Nîmes es tan sólo un pequeño pueblo fortificado, erigido como un oppidum en las laderas del monte por los caballeros, lo que garantiza una comodidad defensiva. La prosperidad de la colonia griega de Massalia (actual Marsella) suscita la codicia de los patricios romanos. Aprovechando el conflicto con las tribus celtas de la zona, la ciudad pide ayuda a Roma, la cual acude a su auxilio y acaba asentándose en ella, por lo cual ya no abandonará la región procediendo a ampliar su territorio en la costa mediterránea de la Galia. Esta provincia, que va desde los Alpes a los Pirineos, toma el nombre de Narbona. La ciudad de Nîmes es conocida por Nemausus, el nombre de un dios galo cuyo culto se relaciona con manantiales sagrados que desembocan en la ciudad.

En el 58 a.C., Julio César comienza a conquistar los territorios galos en nombre de Roma, hecho que se conoce como la Guerra de las Galias, tras la cual César se proclama Imperator (General). La contienda dura 7 años y conduce a las legiones romanas hasta la Alemania actual. Aunque el sureste de Francia ya está muy romanizado en el momento del mandato de César se asienta todavía con más intensidad la romanización. La ciudad se construye bajo la ley romana, cosa que le confiere una posición privilegiada y una autonomía relativa; y consiguientemente sus habitantes adoptan el idioma, las leyes y costumbres de los ciudadanos romanos.

Durante el año 5 a.C. se inicia la construcción de la Tour Magne

Bajo el mando del emperador Augusto la ciudad toma impulso con nuevas construcciones bajo el auspicio del imperio. Adopta un bastión de 7 kilómetros alrededor de más de 200 hectáreas de terreno, algo considerable para una ciudad galo-romana. A día de hoy queda como vestigio de este periodo la fortificación de la puerta de Augusto y la Tour Magne. Del latín “Turris Magna”, que significa “gran torre”, la Tour Magne es la más alta de las torres de la muralla romana fortificada. Nîmes es una de las más importantes la Galia Narbonensis y recibe del emperador el favor de ser llamada “Colonia Augusta Nemausensis”.

En el año 2 d.C. se inicia la construcción de la Maison Carrée 

En paralelo a la fortificación; la ciudad está ya poblada con muchos edificios. La construcción de ésta es parte de un programa implementado por el emperador Augusto para dotar Nemausus de edificios públicos esenciales para la vida de la ciudad destinados a acomodar el culto imperial. La Maison Carrée es un templo romano prototípico, es el que mejor ilustra el estilo y las características de la arquitectura vitrubiana. Tiene dimensiones medianas (26x15m); está elevado sobre un pódium al que sólo se accede por la escalinata de la fachada principal; tiene una cella (espacio interior) sin divisiones internas de ningún tipo; está hecho completamente de mármol.

El tiempo lo ha tratado bien por una sencilla razón: nunca dejó de tener algún uso. Ha sido iglesia, almacén y museo, y hoy es una sala de interpretación donde se proyecta un vídeo que resume en veinte minutos la historia y los atractivos de la Nîmes romana. Ha perdido la decoración escultórica de los frisos pero ha conservado casi todo lo demás, en especial su elaborada y finísima decoración vegetal: las hojas de acanto de los capiteles corintios y los patrones florales que embellecen el friso, la cornisa y los casetones del pórtico. Parte de esta decoración ha sido recientemente restaurada y es una verdadera maravilla.

En el año 100 d.C. se inicia la construcción de la Arena

En la antigüedad, los espectáculos empezaron a llevarse a cabo en teatros de madera. Fue sólo gradualmente que se construyeron de piedra. Los romanos tuvieron la idea de unificar dos teatros cara por cara. Este tipo de pista elíptica rodeada de gradas es el antepasado de nuestros estadios existentes. Tenían dos formas de construir este tipo de edificios: o bien utilizando el terreno natural (las gradas se apoyan directamente sobre la colina, como el Teatro Romano de Orange), o construyendo enormes paredes apoyadas en las gradas, como en este caso.

Construido a finales del siglo I después de Cristo, el anfiteatro (o circo romano) de Nîmes se encuentra entre los más grandes de la Galia romana. Mide aproximadamente 133 metros de largo y 101 metros de ancho. Su fachada, de 21 m de altura, está compuesta por dos niveles de 60 arcos cada uno. En el interior, más de 20.000 espectadores podían asistir a los combates de animales y de gladiadores. Un sistema de pasillos y escaleras (Vomitorium)permitía que todos pudieran abandonar rápidamente su asiento. Dispuestos según su clase social, los espectadores estaban protegidos del sol por un vélum sostenido por cuerdas enganchadas en astas.

El final de los juegos del circo en el siglo IV

Poco a poco, las luchas de gladiadores se convierten en una carnicería y no es raro que los espectadores mismos lleguen a las manos. En ese momento el Imperio Romano es un coloso con pies de barro, desafiado por todos. En sus fronteras son constantes los ataques de los bárbaros y en el interior los cristianos que transmiten valores donde los placeres paganos no tienen su lugar son una corriente arrolladora. El emperador Teodosio declara el cristianismo religión de estado en el 391. Los antiguos templos paganos se transforman en iglesias y el espectáculo violento de los juegos desaparece.

La arena se transforma en fortaleza en el 417

La disposición de las graderías ofrece una visibilidad perfecta sobre la pista desde cualquier sitio del anfiteatro. Después de la época romana, gracias a una ocupación constante el monumento ha sido preservado. Desde el siglo VI es transformado en fortaleza, las arcadas de la planta baja son tapiadas. Los condes de Nîmes y los caballeros de las arenas se establecen en la Edad Media. En el siglo XIV el monumento pierde su función militar. Pero continúa siendo ocupado por casas, entre talleres y depósitos. El barrio de las arenas subsiste hasta 1809, luego del derribo de casas y el despeje de la pista algunos años de reconstrucción son necesarios antes de que el monumento encuentre su vocación primitiva.

 

Pocos años después los espectáculos de gladiadores son definitivamente prohibidos y la Arena, que ya no tiene ningún uso, se transforma en una fortaleza. Varias veces sitiada, muestra su eficiencia defensiva. Bajo la soberanía de los condes de Toulouse se convierte en el asentamiento del vizconde de Nîmes y sus vasallos, que la convierten en un castillo construido en el interior del monumento.

Nîmes entra a formar parte del reino de Francia en el año 1226

Cuando la región del Languedoc se une a Francia, la Arena pierde su valor militar. Los caballeros son expulsados ​​de ella por las tropas del rey Luis VIII, que ocupan el lugar hasta el siglo XIV, antes de ir a establecerse en un nuevo castillo construido cerca de la puerta de Augusto. El anfiteatro se abandona para ser entregado a los ciudadanos. La Arena se convierte en zona residencial y un verdadero pueblo se desarrolla dentro de sus muros. Todavía en el siglo XVIII tenía más de un centenar de viviendas y dos iglesias, San Pedro y San Martín. Este pequeño distrito, duró hasta 1809 con la destrucción de edificios para arreglar el desorden en 1823.

La Maison Carrée se transforma en  iglesia

Los monjes agustinos compran el edificio para instalar una iglesia de piedra. Siguen siendo los dueños hasta 1789 antes de convertirse en la Prefectura de Gard en 1800. Tras la visita de Marie Thérèse, duquesa de Angulema (hija de Luis XVI), la Maison Carrée se convierte en un museo que se abrirá al público bajo el nombre de “Maria Theresa Museo”. En sus salas se presentan colecciones de pinturas de los tiempos modernos y mosaicos, esculturas y fragmentos arquitectónicos de la antigüedad romana, ahora expuestas en el museo arqueológico de la ciudad.

Las Arenas rehabilitadas

La idea de retornar al anfiteatro su apariencia antigua data de la época del rey Francisco I. No es hasta el siglo XIX cuando se inician las obras de recuperación para eliminar las últimas edificaciones que ocupan su interior. Es el arquitecto Henri Revoil quien completa la restauración del monumento. Las excavaciones realizadas por Revoil hacen posible demostrar el origen romano de los sótanos de las Arenas incluyendo la sala de Phillips. Los agujeros en los que se alojan las vigas de apoyo al suelo y dos contrapesos de plomo con el nombre grabado de la Respublica Nemausensis, así mismo permiten confirmar la presencia de trampas para hacer que aparezcan o desaparezcan gladiadores durante las actuaciones.

El 9 de julio de 2005, la ciudad de Nîmes confió a la empresa Culturespaces la gestión comercial, las actividades culturales y la promoción de tres monumentos romanos de Nîmes: la Arena, la Maison Carrée y la Tour Magne. La primera edición de los Grandes Juegos Romanos, se realizó en el año 2009.

Cada año, más de 500 recreadores vienen de toda Francia, pero también de Alemania e Italia, para revivir los juegos legendarios del circo y cómo vivía la gente de Nemausus hace 2000 años, con luchas de gladiadores, desfile de carros, ofrendas, desfile de legionarios… Los Grandes Juegos Romanos se han convertido en el gran evento de la primavera de Nîmes.

[divider]COMO LLEGAR[/divider]

En transporte público la mejor opción es vía ferrocarril. El ave de Renfe-SNCF en cooperación desde Barcelona sólo tarda 3:30 horas. Además del poco tiempo, la comodidad que supone el viaje y el llegar totalmente descansado y sin estrés, te permite aprovechar más aún el tiempo del primer día de estancia en la ciudad.

Para más información, compra de billetes y horarios: www.renfe-sncf.com

Otra opción menos cómoda que el tren es por carretera; desde Barcelona en alrededor de 4 horas de viaje. Por la autopista AP7 dirección Francia La Jonquera, continuando por la A9 hasta la salida 25, Nimes Ouest, hasta la A54 siguiendo los indicadores hasta la ciudad.

[divider]Dónde alojarse [/divider]

Nîmes  dispone de una amplia oferta hotelera, siempre son recomendables los hoteles situados lo más cerca posible del lugar a visitar o evento. Por ello os detallamos los siguientes:

Hotel Imperator

Rue Gaston Boissier 15

http://hotel-imperator-nimes.h-rez.com/

Hotel Royal

Plaza de Assas 1

http://www.royalhotel-nimes.com

Appart Hotel Le Cheval Blanc

Plaza de las Arenas 1

http://www.chevalblanc.com

Ibis Budget Nîmes Centre Gare

Avenida del Mediterráneo s/n

http://www.ibis.com/es

[divider]Dónde comer[/divider]

Le Lisita

2 Boulevard des Arènes, 30000 Nîmes

El Ciel de Nîmes

Place de la maison carrée – Carré d’Art

Ascensor 1er piso- Nîmes

www.lecieldenimes.fr

La Bodeguita

Plaza de Assas 1

http://www.royalhotel-nimes.com/labodeguita

Big Fernad

38, Victor Hugo

www.bigfernad.com

[divider]Más información[/divider]Toda la información de la ciudad y sus alrededores la puedes ampliar desde sus páginas web:

es.destinationsuddefrance.com

http://www.culturespaces.com/en

http://arenes-nimes.com/fr

OFFICE DE TOURISME ET DES CONGRÈS

6 rue Auguste, Nîmes

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