Salzburgo, un paraíso para la cerveza

Salzburgo, un paraíso para la cerveza

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¡Prosit! -O como diríamos en castellano- salud! Es una de las palabras que con más frecuencia escucharemos en el interior de cualquier cervecería salzburguesa. Sobre todo en mesas de amigos que se reunen no para celebrar nada en concreto, sino simplemente para verse y reir con una jarra en la mano.

 

Su gran proximidad a tierras bávaras y la gran influencia de su cultura son motivos suficientes para que Salzburgo pueda presumir de la cultura cervecera más importante de Austria. Una tradición que aún siendo heredada de los antiguos monasterios de la ciudad, hoy en día sigue viva en el interior de las cervecerías, muchas incluso elaborando su propia cerveza artesanal. Es obvio que el principal reclamo turístico de la ciudad sea su patrimonio monumental y legado musical, pero todo visitante tiene una cita pendiente en alguna de sus cervecerías y fabricas más conocidas y emblemáticas de la ciudad.

 

STIEGL, LA CERVEZA MÁS FAMOSA DE AUSTRIA

Los amantes de la cerveza que quieran poner sus cinco sentidos en el funcionamiento para descubrir cómo se elabora la cerveza más popular de Austria tienen a su alcance la mejor opción, y no es otra que visitar el Museo de la Cervecería Stiegl. Considerado como el museo de cerveza más grande de Europa, aquí se podrá tocar, ver y disfrutar del aroma durante el proceso de elaboración de la cerveza tal y como se realiza desde el año 1492. Ubicado junto a la planta de producción actual y transformando su antiguas salas de fermentación y producción, da lugar a una interesante exposición que va desde el proceso de producción, pasando por la historia de la cervecería, los propietarios y sus trabajadores, los medios empleados para producirla a lo largo del tiempo, incluso el transporte utilizado y las variedades que se han ido fabricando en los años. Para terminar, una cata de cerveza espera al final de recorrido -incluido en el precio de la entrada-, en la cual se podrán degustar tres tipos de cerveza Stiegl diferentes. Si se aproxima la hora del almuerzo, también podremos optar por probar la exquisita gastronomía de su restaurante a base de platos típicos austriacos en un ambiente inmejorable con música en directo y dependiendo de la ocasión, con espectáculos de folclore tradicional, música jazz o cabaret.

 

AGUSTINERBRÄU, LA CERVECERÍA DE LOS MONJES AGUSTINOS

Muy próximo a la ciudad y con el lema “Dios guarde al lúpulo y la malta” encontraremos el antiguo Monasterio Agustino de Mülln, el que se considera epicentro de toda ruta cervecera en Salzburgo y donde encontraremos la cervecería de los monjes agustinos (Agustinerbräu), en la que elaboran la cerveza más antigua de Austria, concretamente desde el año 1621. Un complejo que además de su planta de producción y envasado posee una zona abierta permanentemente al público cuyo ambiente seduce a todo visitante para formar parte de la fiesta y la tertulia en el interior de sus salones, donde decenas de personas acuden en familia o amigos, los fines de semana o a diario después del trabajo, para disfrutar de una buena jarra de cerveza acompañada con alguna de las delicias típicas que se pueden adquirir en el mismo recinto o traer de casa, costumbre muy popular. La popularidad de esta cervecería reside en la metodología del servicio: simplemente recoge tú mismo la jarra de cerveza de las estanterías habilitadas –muchos salzburgueses las traen de sus casas e incluso las guardan allí con su nombre grabado-, pide que te la llenen y págala. A continuación puedes optar entre buscar una mesa en los rústicos salones del interior del edificio o simplemente acceder a la zona de puestos de especialidades gastronómicas para hacerte con alguna delicia típica, como la clásica salchicha acompañada de un Bretzel o una deliciosa ración de cerdo asado con chucrut, entre muchas otras combinaciones. El jardín, exterior también, cuenta con mesas y sillas para poder disfrutar de la cerveza, la buena tertulia y de los pequeños placeres gastronómicos al aire libre. Como ocurre en muchas cervecerías con terraza y dependiendo de la temporada, es posible escuchar música en directo y espectáculos folclóricos. Una vez tengamos nuestra cerveza en mano –entre murmullos, gritos y algún cántico-, sentiremos en todo momento el ambiente familiar y amigable de los salzburgueses, más si somos turistas españoles, por lo que es bastante probable acabar bebiendo cerveza con uno de ellos y sus acompañantes. Sin duda, una de las cervecerías más originales que hayas visto nunca.

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