Alentejo en Portugal, más que una región de paso
Cuatro sugerencias para que, si decides cruzar la frontera en tu próximo viaje, hagas parada obligatoria en Alentejo
que se podría decir que esta, en sentido literal, a un paso. Cruzando Extremadura, uno se da de bruces con la esencia alentejana: pueblos blancos de casas encaladas y castillos en lo alto.
Son muchos los que siguen su camino hacia Lisboa sin caer en la cuenta que la región de Alentejo guarda una increíble belleza paisajística, un patrimonio excepcional y kilómetros de playas vígenes. Pero lo mejor es el caracter rural que tan bien ha sabido conservar y la entrañable hospitalidad de los alentejanos.
Aquí van cuatro sugerencias para que, si decides cruzar la frontera en tu próximo viaje, hagas parada obligatoria en Alentejo.
Marvão
Este pequeño pueblo medieval, junto a la frontera española, se sitúa en un monte abrupto que sorprende por la espectacular vista. Quizá ha sido esta localización, en la parte más alta de Alentejo, lo que ha hecho que se conserve practicamente intacta siendo uno de los pueblos más bonitos de la región, por lo que no es de extrañar que el New York Time haya incluido a Marvão en su lista de los 1000 lugares que hay que visitar. Es verdad que Marvão se puede visitar en un día, pero no se puede dejar pasar la oportunidad de alojarse en una de sus casas rurales y de disfrutar de la salida del sol desde el castillo. Una buena opción sería el Hotel Boutique O Poejo, un coqueto hotel donde se respira buen gusto y traquilidad.
Hotel Boutique O Poejo: www.a-opoejo.com.
Elvas
Esta preciosa ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es de visita obligada si se entra a Alentejo desde Badajoz. Elvas es una ciudad monumental cuyo recorrido está marcado por su situación fronteriza. En el centro de la ciudad destacan monumentos como las murallas y el acueducto de Amoreira. Además la ciudad tiene una variada oferta gastronómica y cultural por lo que merece la pena pasar más de una noche. Las Casas de Juromenha son una magnífica elección para difustrar de la sencillez de una casa rural pero con todas las comodidades para que la estancia sea de lo más agradable.
Casas de Juromenha: www.casasdejuromenha.com
Vila Viçosa
Vila Viçosa es conocida internacionalmente como la región del mármol, con más de 100 canteras alrededor de la ciudad. Pero también posee innumerables monumentos de interés entre los que destaca el Palacio Ducal de la época de los Braganza. Pasear por el centro es descubrir las diversas fachadas de las casas ya que están decoradas con el tradicional mármol.
Es importante la oferta museística del municipio destacando el Museo del Mármol, el de los Carruajes, el de Arqueología y el Museo de la Caza. El Hotel Marmoris Spa es un hotel peculiar creado y decorado en mármol, incluso con mármol extraído directamente del subsuelo del hotel. Una opción diferente para entender la importancia de esta piedra caliza en la región.
Marmoris Hoel & Spa: www.alentejomarmoris.com
Évora
Nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Évora es una referencia imprescindible para quien visita Alentejo. Su patrimonio arquitectónico es tan omnipresente que guía los pasos de aquellos que quieran descubrir la ciudad sin mapas. Se necesitará más de un día para saborear Évora y no perderse detalle. La muralla que rodea la ciudad está perfectamente conservada y en el centro todavía puede respirarse ese aire medieval mientras se camina por sus calles empedradas. Entre sus monumentos se encuentran el famoso Templo de Diana o la Capilla de los Huesos. Si además de cultura se busca un lugar sostenible para dormir el Hotel Rural Imani es el alojamiento ideal. A tan solo 10 minutos de Évora, este hotel ecológico ofrece jardines centenarios, decoración cuidada y acogedora, bodegas y, sobre todo, paz.
Country House Imani: www.imani.pt