Panamá, relax y adrenalina entre las aguas del Pacífico y el Caribe
Sobran los motivos para visitar Panamá. Un país entre dos mares y un espectacular destino que ofrece más de 2.850 kilómetros de costa; bañada por el Mar Caribe en el norte y por el Océano Pacífico en el sur, con playas todavía por descubrir y más de mil exóticas islas.
País de variados entornos, Panamá ofrece innumerables oportunidades para la actividad al aire libre y en contacto con el agua. La costa panameña permite practicar deportes náuticos bien diversos en lugares protegidos y casi inexplorados, como el windsurf, surf, esquí acuático, pesca deportiva o snorkel y submarinismo.
El exotismo de las aguas del Caribe
Las playas maravillosas y arrecifes de coral colmados de peces multicolores relacionadas con las antiguas historias de piratas y corsarios de la costa de Colón, o las playas de aguas cálidas y transparentes repletas de estrellas marinas en Guna Ayala son algunos de los sorprendentes espacios naturales del Caribe panameño.
En este entorno idílico, Bocas del Toro es uno de los destinos preferidos del país por las playas paradisíacas y formaciones de corales ideales para practicar buceo, snorkel y surf, así como para disfrutar de la fauna y la flora autóctona y de los paseos acuáticos. Relativamente cerca de la frontera con Costa Rica, las playas de blanca arena y agua cristalina invitan a los visitantes a sumergirse en la tranquilidad del entorno de naturaleza virgen y en la multiculturalidad, resultado de la migración de caribeños atraídos por las plantaciones bananeras tras trabajar en el Ferrocarril y en el Canal de Panamá.
El Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, de poco más de 13.000 hectáreas de tierra y mar, acoge más de 200 especies de peces tropicales además de arrecifes, manglares y playas de anidamiento de tortugas y lagunas. La especial localización convierte a este espacio en una de las pocas áreas protegidas de América Latina y, por tanto, refugio ideal para especies en extinción y para otras singulares como las tortugas de agua dulce, los cocodrilos o la rana roja, autóctona de este archipiélago. Este paraíso natural permite la práctica de esnorquel y el baño en las playas de aguas turquesa en dos islotes vírgenes conocidos como Isla Zapatilla.
En el extremo norte de Isla Colón, la amplia costa de arena dorada y oleaje medio de Playa Buff es popular entre los aficionados del surf. Dumpers, Punch, Carenero y Silverbacks, ésta última frente a la Isla de Bastimentos, son otros de los lugares frecuentados por los surfistas noveles y los más experimentados.
Y en la misma costa caribeña y a poca distancia de Ciudad de Panamá, las islas del Archipiélago de San Blas adentran al viajero en el paraíso casi virgen a través de un grupo de más de 365 islas, 49 de ellas habitadas por la comunidad indígena de los Guna Yala. El área marina está rodeada de arrecifes donde practicar submarinismo y esnorkel y repleta de pequeñas islas donde bañarse en compañía de los peces. Entre las más interesantes para tomar el sol y bucear, Achutupu, Kagantupu, Yandup y Coco Blanco. Algunas de las islas ofrecen alojamiento donde dormir en cabañas sobre la misma arena y a orillas del mar.
Surf y pesca en el océano Pacífico
En la costa pacífica, a menos de dos horas al oeste de la capital, existe un cordón de hermosas playas seguido por el Arco Seco. El agradable clima tropical y la situación geográfica resulta la ideal para la práctica de deportes acuáticos y dejar escapar la adrenalina.
Con playas de arena blanca y olas espectaculares son las preferidas por los surfistas. Playa de Santa Catalina, Punta Roca o Estero en la parte oeste de Veraguas, y Morro Negrita e Isla Muntuosa, situadas en la costa más cercana a Santiago, son solo algunos de los lugares en los que se practica el surf. La pesca deportiva, especialmente en la modalidad de catch and release, se practica en aguas de abundante biodiversidad como el Golfo de Panamá, el Archipiélago de las Perlas, el Golfo de Montijo, así como el Golfo de Chiriquí y la Bahía de Piñas, en Darién.
En el mismo océano, se encuentra Coiba, una de las islas de origen volcánico más grandes del Pacífico donde el avistamiento de grandes cetáceos y el buceo son uno de los mayores atractivos. La isla, proclamada Patrimonio de la Humanidad en 1980, emerge rodeada de fauna y abundante naturaleza, con animales marinos únicos en su especie. Nadar junto a tortugas y delfines y relajarse en una isla solitaria son algunos de los mayores placeres que concede esta reserva natural única en el mundo.
Otro de los paradisiacos parajes de Panamá se encuentra en el Archipiélago de Las Perlas, formado por unas 200 islas en el Golfo de Panamá. Isla del Rey, San José y Contadora son las principales por su tamaño. Otras islas que conforman el archipiélago son Bayoneta, Pacheca, Mogo Mogo, Gibraleón, Casayeta, Casaya, La Mina, Galera, Viveros, Cañas y San Telmo.
Por su estratégica ubicación y su riqueza marina, Las Perlas está considerado además uno de los archipiélagos más valorados del mundo para la pesca deportiva.
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