Una jornada de castellers en Sant Cugat del Vallés

Castellers a Sant Cugat del Vallès

Una jornada de castellers en Sant Cugat del Vallés

Compártelo en:

La plaza Octavià de Sant Cugat del Vallès, con su emblemático monasterio románico, es un pintoresco entorno para vivir una típica diada de castellers catalanes.

 

Un amigo fotógrafo portugués vino de visita a Barcelona con la intención, entre otras, de hacer fotos de Castells, la tradición catalana de formar torres humanas. Es algo que hacía tiempo que le daba vueltas por la cabeza pero todavía no había tenido la ocasión. Aprovechando que aquel domingo se celebraba la Diada dels Gausacs, nombre con el que se conoce a los Castellers de Sant Cugat, en la plaza Octavià de esa localidad catalana, pensamos que sería una buena oportunidad para ir a ver y a vivir en primera persona este evento en un marco tan vistoso como el que ofrece el Monasterio de Sant Cugat, una antigua abadía benedictina de los siglos IX-XIV.

A parte de Castellers de Sant Cugat, ese domingo actuaban tres colles, como las llaman en catalán – invitadas para la ocasión: Castelleres de Cerdanyola, Castellers d’Esplugues y Minyons de Terrassa – que en aquel momento eran terceros en la clasificación por detrás de Castellers de Vilafranca y la Colla Vella de Valls. Permitidme hacer aquí un inciso para aquellos no familiarizados con este mundo. La tradición de los Castells se remonta a dos siglos atrás y su origen no está muy claro. Unas teorías apuntan a que podría ser una evolución del llamado Baile de los Valencianos, que se llevaba a cabo en procesiones religiosas y terminaba con una torre humana. El primer castell documentado tal como los conocemos hoy, sin baile ni procesión, se levantó en el Arboç en 1770 y tenía seis pisos. La tradición vivió una época de popularidad en el s. XIX pero cayó un poco en decadencia hasta los años 20. Pero remontó y desde la década de lo 90 está viviendo una auténtica edad de oro, con más de 60 colles repartidas por los territorios de habla catalana –y que participan en una liga anual donde se puntúan los castillos siguiendo distintos criterios de dificultad según altura y estructura-, además de numerosas colles universitarias, así como las formadas por expatriados en distintos países, como los Xiquets de Copenhaguen, o incluso curiosas iniciativas surgidas en países como China, donde un empresario montó los Xiquets de Hangzhou con sus empleados para trabajar la cohesión de equipo –se lo toman tan en serio que ya levantan castillos de 8 pisos y en 2016 van a participar en el concurso de Tarragona, el evento más importante de la temporada castellera.

La Diada de Sant Cugat, que se inició con una actuación conjunta de las cuatro colles levantando simultáneamente varios pilares en homenaje a las víctimas de los atentados de París del 13-N, fue un éxito. Tuvimos el privilegio de ser testigos de la alegría desbordada de la colla local tras completar la mejor actuación de su historia al levantar y descargar –porque no vale sólo con alzarlo; hay que desmontarlo sin caerse- su primer 5 de 8, un castillo que se conoce como la “catedral” y que se convertía en su vigésimo quinto castillo de 8 pisos de la temporada. Las denominaciones de los castillos indican el número de integrantes en cada piso, el número de pisos y, si los hay, los refuerzos en la estructura, como el forro o las manillas. Un castell puntúa más cuanto más limpio se alza, es decir, sin refuerzos.

Personalmente me pareció que el público era poco participativo a la hora de hacer piña – la piña es la base del castillo y hace falta mucha gente para tener unos buenos cimientos-, algo que contrastaba con la euforia de los componentes de las colles tras descargar las estructuras más importantes. Era obvio, al verlos abrazarse y llorar de alegría, que aquella actuación era un premio a mucho esfuerzo y a muchas horas de ensayos.

La plaza Octavià pudo vivir su primer castillo de grama extra – como se conocen los castillos de mayor dificultad – gracias a Minyons de Terrassa,  que descargaron el 5 de 9 con forro. Entonces no podíamos saber que una semana más tarde descargarían el primer castillo de 10 de la historia. Las otras colles invitadas también completaron castillos de gama alta. Castellers de Cerdanyola descargaron un 4 de 7 con aguja –un pilar que se alza en el interior de la estructura- y sufrieron una caída con la torre de 7, aunque el incidente más grave lo protagonizarían los Castellers d’Esplugues, con una caída descargando también una torre de 7, a consecuencia de la cual una de las chicas acabó en el hospital con una costilla rota. Aún así lograron descargar un 5 de 7.

[divider]INFORMACIÓN PRÁCTICA[/divider]

Encontraréis un calendario de todas las actuaciones castelleras de Cataluña en la web de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya

La Oficina de Turismo de Sant Cugat se encuentra en la misma plaza d’Octavià, junto al Monasterio.

Post relacionados: