La Ruta de la Cerveza Checa
Es indiscutible que la cerveza está considerada por los checos como la bebida nacional. De sus muchas variedades, como la negra, clara, o mixta, de levadura se obtienen los más de 470 tipos de cerveza que puedes encontrar en la República Checa.
En los restaurantes, en las terrazas y en los bares la cerveza es la estrella. Y no se puede uno imaginar beber otra cosa que no sea cerveza en el ambiente típico que proporcionan las tabernas y cervecerías checas. Es por este motivo que vamos a recorrer parte de la ruta de la cerveza checa, mostrando las ciudades que esconden entre sus calles las mejores y más famosas cervecerías, y por su puesto sus fábricas. Y de paso, haremos un alto en una de las ciudades termales más famosas del mundo para recuperarnos de tanto estrés y alcohol. Pero, antes de empezar, y para que tengamos en mente nuestros destinos, detallaremos la ruta que seguiremos que nos va a llevar por las ciudades de Cesky Krumlov, Ceske Budejovice, Pilsen, Marianske lazne y Karlovy Var y Praga.
Cesky Krumlov
La bella localidad de Cesky Krumlov, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, será nuestra primera parada en esta ruta por ser la que se encuentra más al sur de la región de Bohemia. La ciudad debe su belleza singular al paisaje en el que se encuentra construida. La cruza inmutable el serpenteante río Vltava sobre el que se alzan las dos colinas rocosas, que a su vez, son la base perfecta para los dos joyas arquitectónicas de la ciudad: el castillo y su palacio. Es una ciudad muy turística en la que podremos disfrutar de una cerveza en alguna de sus encantadoras terrazas a orillas del río.
Si das un paseo por sus calles principales pon atención al esgrafiado de los edificios, que no es más que una técnica artística basada en pintar motivos decorativos en el revoque, alcanzando el contraste entre lo liso y lo rascado, dando como resultado una auténtica obra de arte en los portales de las casas.
El complejo del castillo y palacio alberga varios edificios que están unidos entre colinas por un espectacular puente. Sus interiores se pueden visitar y están repletos de salas interminables decoradas en estilo rococó y miles de obras de arte y antigüedades de la época.
En Cesky Krumlov se puede visitar la fábrica de cerveza Eggenberg, que además tiene un restaurante donde podemos aprovechar la oportunidad para degustar el típico gulash checo acompañado de alguna de las variedades de cerveza disponible Ceske Budejovice.
La ciudad de Ceske Budejovice fue fundada por el rey Premysl Otakar II en el punto de confluencia de los ríos Moldava y Malse en el 1265. Proyectada horizontalmente, como si de un tablero de ajedrez se tratase, se encuentra dominada por la Torre Negra de 72 metros de altura de estilo gótico-renacentista y es el símbolo de la ciudad. El centro histórico de la ciudad está bien conservado, con casas medievales, renacentistas y barrocas.
El monumento más antiguo de la ciudad es el monasterio situado en la plaza Piaristické, donde se encuentra también el antiguo almacén de sal de estilo renacentista. La plaza central lleva el nombre del fundador de la ciudad, el rey Premysl Otakar II, y es una de las plazas más grandes del país con unas dimensiones de 133 por 133 metros. En la plaza se encuentra la Fuente de Sansón, la fuente barroca más grande del país. Otro de los puntos más importantes de la ciudad es la zona peatonal de la avenida de Lanna donde hay muchas tiendas, cafeterías y restaurantes.
En las afueras se halla nuestro principal objetivo, la fábrica de la cerveza de Budweiser Budvar, donde podemos degustar la famosa bebida y visitar la fábrica. Esta cerveza, que también responde al nombre de Budweiser Czechvár, la elabora desde 1896 la sociedad mercantil Budejovický Budvár en la ciudad de Ceske Budejovice. La cervecería reivindica la tradición de beber cerveza producida en la propia ciudad, que ya se consumía en el siglo XVI en la corte del rey Fernando I de Habsburgo. De ahí viene el emblema de Budweiser: beer of kings (la cerveza de los reyes).
Esta cerveza checa, elaborada de acuerdo con el mundialmente conocido método de la ciudad checa de Pilsen, posee un fuerte sabor a malta y un amargor entre débil y medio. De color amarillo dorado, se produce a base de saaz, una de las variedades de lúpulo más famosas del mundo. Posee una espuma fina y generosa y una graduación alcohólica de 5º que permite beberte unas cuantas antes de ponerte contentillo. Bebida con moderación es deliciosa a cualquier hora del día.
Pilsen
Esta ciudad de Bohemia del Oeste es la cuarta ciudad más grande de la Republica Checa. Su antecedente histórico era el antiguo castillo de guardia del siglo X que se encuentra en Stary Plzenec. De aquella época se conservó la rotonda de San Pedro de estilo románico. El monumento dominante de la ciudad es la torre de la iglesia de San Bartolomé, la más alta en la República Checa. El periodo del Renacimiento está representado por el majestuoso edificio del ayuntamiento, varias casas burguesas y el conjunto amplio de portales de piedra. A finales del siglo XIX se construyó la sinagoga, la tercera más grande en el mundo. En la misma época se crearon los parques y jardines donde antes se hallaban las murallas medievales. Pero si Pilsen es famosa por algo en el mundo entero es por su marca de cerveza Pilsner Urquell.
La cerveza Pilsner Urquell tiene una aroma floral como resultado del uso de los lúpulos de Saaz, una variedad noble del lúpulo. Siendo una cerveza lager, se considera limpia y no afrutada. Además, sabe fuertemente a malta en comparación con otras cervezas Pilsner, debido al uso de una maceración de cocción. Aunque es más agria que la mayoría de las Pilsners, la amargura no persiste por el agua suave que usa la cervecería. Además contiene una graduación alcoholica de 4,4%, inferior a otras cervezas rubias. Como su nombre indica (fuente originaria), se llega a considerar la primera cerveza pilsener del mundo, desarrollada por el cervecero bávaro Josef Groll en el año 1842. Es una de las cervezas lagers más populares. Cualquier cerveza que se denomine a sí misma como pilsner, pilsener o pils se refiere de una forma u otra a una variante de este estilo de cerveza, formulado por primera vez por Josef Groll en la cervecería Pilsen’s Burgess Brewery. La fecha en la que se elaboró la primera pale lager en la Burgess’ Brewery en Pilsen el 5 de octubre de 1842 marcó el comienzo de su exitosa vida debido a la gran popularidad que alcanzó desde sus comienzos. Los nombres Plzensky pramen, Prapramen, Mestanske Plzenske, Plzensky pravy zdroj fueron marcas registradas de la Burgess’ Brewery que finalmente se registró con su nombre original Pilsner Urquell.
Marianske Lazne
Marianske Lazne es la segunda ciudad balnearia más grande de Bohemia del Oeste. Es conocida mundialmente, tanto por sus logros curativos y fuentes naturales de calidad como por su posición encantadora en un valle pintoresco y ampliamente abierta a sus bosques muy bien conservados. Al lugar se le obsequió con una riqueza de bellezas naturales y fuentes minerales de gran calidad. Emanan de aquí al menos cien fuentes de aguas frías de hierro y de diferentes composiciones químicas. Los primeros manantiales son conocidos desde el siglo XVI y sus aguas son beneficiosas para el tratamiento de enfermedades de riñón y vías urinarias (famosa Fuente de Rudolf), enfermedades de vías respiratorias, enfermedades nerviosas, enfermedades de disfunción de proceso asimilatorio, glándulas endocrinas y enfermedades de aparato locomotor. Estas aguas de hidrocarbonato-cloruro-magnesiano-ferruginosas e hidrocarbonato-sulfato-sódicas utilizadas para el tratamiento emanan de una especie de fuentecillas que se reparten por toda la zona balnearia. La gente compra unas pequeñas tacitas con las que recogen el agua de las fuentes, la dejan reposar y luego la beben. Cada fuente posee unas propiedades curativas diferentes, así que debes informarte bien de cual te interesa beber y realizar un planning curativo. Además de las fuentes, su aspecto, de estilo arquitectónico neoclásico, es otro de los grandes reclamos turísticos. Su verdadera joya es la preciosa columnata construida en el año 1889.
Karlovy Vary
Es la ciudad balneario más famosa y más grande de la República Checa, fundada alrededor del año 1350. El emperador romano y rey checo, Carlos IV, la ascendió a ciudad en el año 1370 pero ni fue hasta finales del siglo XIX que se determinó su aspecto arquitectónico final. De los monumentos importantes destacan la Iglesia de San Andrés, la Iglesia ortodoxa de San Pedro y San Pablo, el Teatro municipal, la Columnata del Molino y la Iglesia de Santa María Magdalena. La ciudad balnearia está rodeada de un paisaje montañoso muy romántico. Por las laderas de los bosques se extienden kilómetros de sendas que ofrecen muchas posibilidades de paseos preciosos y vistas panorámicas al valle. Al brillo de la vida balnearia y social contribuye también la producción tradicional de cristal y porcelana. Desde hace casi dos siglos la ciudad es famosa por la producción del licor de hierbas y agua mineral destilada muy popular.
Aquí la cultura del agua se lleva en la sangre. Las aguas minerales con valiosos elementos de hidrocarbonato-sódico-caliza y hidrocarbonato-sulfato-cloruro emanan de la profundidad de 2 a 2,5 metros con una temperatura de 41 hasta los 73 grados centígrados. Se utiliza sobre todo para el tratamiento en el que se bebe, que es la principal función del cuidado complejo. Los centros balnearios están modernamente equipados, tanto por la parte diagnóstica y curativa como por la parte de alojamiento y sociocultural.
Praga
Mundialmente conocida, la ciudad de Praga, además de ser la capital del país, posee un gran atractivo turístico; a todos nos viene a la cabeza el mágico puente de Carlos, en el pasaríamos horas observándolo y cruzándolo una y otra vez, por la mañana, al atardecer y en plena noche, siempre viendo algo distinto que nos atrae a regresar. En esta ocasión, nos vamos a centrar en la cerveza. Para ello, y siendo tal vez el último punto desde el cual volveremos a casa, os recomendamos que os paséis por la cervecería-restaurante «U Fleku». Es el más antiguo y famoso restaurante de la ciudad, que consiguió su fama gracias a la producción de una cerveza negra especial de 13 grados.
Además, la terraza, el museo de la cerveza y legendario cabaret de Praga forman parte de esta cervecería con una larguísima tradición. El restaurante ofrece plaza para más de 1200 personas y todo el mundo es bienvenido. La comida o la cena (sobretodo la cena) es toda una aventura. Por cierto, no te preguntarán qué quieres beber, te traerán directamente tu cerveza y no dejarán que tengas la jarra vacía ni siquiera un solo segundo. Espectacular.
Más información en: www.CzechTourism.com
Cómo llegar:
Volar a Praga con CSA Czech Airlines, que cuenta con vuelos diarios desde Madrid y Barcelona.
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