Siete razones para viajar solo (por lo menos una vez en la vida)

Siete razones para viajar solo (por lo menos una vez en la vida)

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La mayor parte de los viajes se hacen pensando en disfrutarlos con amigos, familiares o la pareja. Pero cada vez son más las personas que se animan a viajar sin compañía, desterrando el mito de que puede resultar aburrido o solitario. Lo difícil es dar el paso y tomar la decisión. 

  1. Probar la independencia en su máxima expresión

Viajar solo te permite hacer lo que quieres, como y cuando lo quieres. Esta sensación de libertad absoluta te permite arriesgarte a improvisar planes sin dar explicaciones y organizar tu tiempo a tu gusto.

  1. Descubrir tus virtudes

Los viajes all by myself sirven no solo para conocer a gente nueva sino para crear grandes recuerdos.  Te conoces a ti mismo en la medida en la que te enfrentas a situaciones nuevas, aprendes a afrontarlas y reconoces tu capacidad de adaptarte.

  1. Convertirte en tu mejor compañía

Pasar tiempo solo es interesante y enriquecedor. Así aprendes a disfrutar del silencio y de la soledad. Una persona que se encuentra a sí misma, es una persona satisfecha, que desprende energía, equilibrio, serenidad y positivismo.

  1. Disfrutar de los pequeños placeres

Viajar solo es el plan perfecto para desconectar y relajarte como nunca. Pasear por la ciudad, disfrutar de la gastronomía o dormir sin despertador. Todos estos son placeres que a diario no se tienen al alcance y que… ¡saben a gloria!

  1. Enfrentar pequeños retos ¡y superarlos!

Al salir de tu zona de confort puedes sentir algo de inseguridad, pero al lograr vivir nuevas aventuras y aprender a manejarte, aumentarás tu confianza. Los retos de cada día se superan poco a poco, arriesgándote sin miedo al fracaso.

  1. Money, money, money

Otra de las grandes ventajas de esta modalidad de viaje, es que todo el dinero que tengas destinado para tus días libres, será totalmente para ti. No tendrás compromisos que cumplir, ni visitar sitios que no quieres, comerás a las horas que lo desees y pedirás lo que te apetezca, y lo mejor de todo es que podrás darte un capricho cada vez que quieras ¡sin remordimiento!

  1. Decir ‘adiós’ a las preocupaciones

Un fresh start en el que olvidarse de todos los problemas personales, laborales o económicos. Allá donde se vaya, nadie sabrá nada ni de la forma de ser ni de los problemas que se tengan a diario. La mejor manera de desconectar y de cambiar de ambiente.

Aquí recomendamos algunas ciudades para empezar a viajar solo.

¿Qué tal si empezamos cerca? Por ejemplo Bilbao, que ha recibido el premio a mejor ciudad europea 2018. El hotel Barceló Bilbao Nervión, situado a 250 m del puente de Calatrava y a 10 minutos a pie del Museo Guggenheim, es uno de los prescriptores más importantes del destino en los ámbitos de ocio, gastronomía, arte y cultura local en clave cool. ¡El alojamiento ideal, para tu primera escapada solo! www.bilbaoturismo.net

Nos alejamos un poco más, sin dejar Europa. Imprescindibles Viena, la ciudad de los valses muy agradecida donde todo está cuidadosamente indicado y accesible. www.wien.info/es. Lisboa, con su barrio alto donde perderse y disfrutar de la noche como nunca, en cualquier época del año. www.visitlisboa.com Varsovia, palpitante de vida y con una historia fascinante, por la amabilidad de la gente. www.polonia.travel/es/ciudades/varsovia-la-heroica-capital-de-polonia

Dejando ya Europa, Tel Aviv, joya del Mediterráneo y puerta de entrada de Oriente Medio se considera una ciudad cálida y de mente abierta, amante de la cultura y de la diversión. https://new.goisrael.com/es/node/1171

Y acabamos con una perla exótica, Hong Kong. www.discoverhongkong.com/es/index.jsp

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