Viena, El Palacio Liechtenstein brilla con nuevo esplendor
A partir de mayo de 2013 el palacio Liechtenstein, en el centro de Viena, vuelve a brillar con nuevo esplendor después de haber sido restaurado por completo. Este edificio es considerado la construcción más destacada del barroco tardío en Viena.
El armonioso conjunto del Palacio Liechtenstein, lugar idóneo para evocar épocas pasadas, se destaca por sus suntuosos salones con techos de estuco barroco, su interior en opulento estilo rococó, los costosos empapelados de seda en las paredes, el mobiliario original restaurado con primor y el refinado suelo de parqué de Michael Thonet. Ambas plantas superiores de este palacio urbano que ha sido renovado en profundidad en los últimos cuatro años, disponen de una de las más bellas escalinatas de Viena. En el patio se ha instalado un almacén subterráneo de tres plantas, que alberga las colecciones pertenecientes al tesoro del Principado.
A partir de mayo de 2013, en el marco de eventos o de visitas públicas guiadas el visitante podrá conocer una selección de obras de arte de la época de Biedermeier y del Clasicismo, pertenecientes a la colección privada del Príncipe de Liechtenstein. Las visitas públicas guiadas tienen lugar en fechas precisas los viernes de las 17 a las 18.30 horas en idioma alemán. Este así llamado «Stadtpalais» (palacio urbano), situado en la calle Bankgasse, en pleno corazón del casco histórico de VIena, a pocos pasos de la Avenida del Ring, junto al teatro Burgtheater y al parque Volksgarten, es propiedad de la dinastía del Principado de Liechtenstein, al igual que el otro palacio Liechtenstein con sus grandes jardines, ubicado en distrito 9 de Viena.
La construcción del palacio de Liechtenstein se inició en 1691 por encargo de Dominik Andreas Graf Kaunitz, en base a planos de Enrico Zuccalli. En 1694 el príncipe Johann Adam Andreas I. de Liechtenstein encargó a Domenico Martinelli que completara el edificio con el primer portal monumental barroco de Viena, que se puede ver en la fachada que da a la calle Bankgasse. De 1836 a 1847, el príncipe Alois II. de Liechtenstein ordenó la reforma del palacio en estilo de „Segundo Rococó». Así fue creado el decorado interior más destacado de este estilo en Viena. El palacio se hizo también famoso en el siglo XIX por causa de su refinamiento técnico: Ascensores que recorrían cuatro plantas, un sistema de comunicación interno con cables de correspondencia hechos de caucho y seda, una calefacción de aire caliente con orificios de ventilación integrados de forma artística en los revestimientos de la pared. Los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y un avión derribado causaron enormes estragos en la edificación. Debido a las pérdidas financieras de la familia de Liechtenstein durante y después de la guerra, no fue posible realizar la restauración hasta 1974/76.
Fotografia,
© Palais Liechtenstein GmbH / Fotomanufaktur Grünwald
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